El Leyma Basquet Coruña sacó adelante un compromiso mucho más complicado de lo que pueda sugerir el 92-75 final, ante un Albacete que le apretó mucho desde los 6.75 metros, especialmente antes del descanso, pero que acabó hincando la rodilla ante la implacable maquinaria naranja.

No podía ser de otra forma. Los de Diego Epifanio comenzaron perdiendo balones. Dos en sus tres primeras posesiones. Lo bueno es que en el resto del cuarto inicial sólo desperdiciarían uno más. Lo malo, el acierto inversosímil del Albacete desde 6.75 metros.

Knudsen inauguró el marcador desde el arco, el soporte vital del conjunto manchego en los 10 primeros minutos. Mediado el periodo el Leyma enlazó 7 puntos para ponerse por primera vez al mando (9-6). Pero poco le duró la alegría. Grytsak y Ferrando, con sendos triples, encendieron una traca. Raitanen, Knudsen, Filipovic, Barrueta y de nuevo Knudsen convirtieron el parquet del Palacio en una galería de tiro (19-21).

El alero danés del Albacete completó su exhibición con un cuarto triple (en 5 cinco intentos), el inicio de un parcial final de 0-7. Lo bueno para los naranjas es que tras un bombardeo fuera de lo normal su desventaja al final de este acto era de sólo una canasta (23-26).

La excelencia desde el arco se esfumó en los primeros compases del segundo cuarto. El cuadro manchego erró sus tres primeros intentos. Pero peor fue lo del Leyma, que acabaría mandando al limbo los 7 que lanzó en estos 10 minutos. Y todavía peor que en los primeros 5 minutos sólo contó con un 2+1 de Diagne. Y que el Albacete firmó un parcial de 0-10 que lo disparó en el electrónico (26-37).

Cuatro libres seguidos de Barrueta y una bandeja en contraataque de Filipovic devolvieron el oxígeno a un equipo local que, tras alcanzar el máximo déficit, subió líneas e intensidad atrás. Y así fue cerrando parte del hueco, que al descanso quedó en un par de canastas (38-42). Una bendición habida cuenta de su 3 de 14 desde el arco y el 9 de 16 de su rival.

El panorama en ataque no varió en los minutos inaugurales del segundo tiempo. Sólo la valentía y los fundamentos de un excelente Lundqvist ataban al partido a un Leyma que nuevamente se vio a una distancia peligrosa (42-50), tras un triple de Ferrando. Una suerte que siguió esquivando a los locales, que se mantuvieron a flote gracias al rebote ofensivo. Tras uno de muchos, Jakovics acabó con una racha de 14 fallos encadenados desde el arco, punto final de un parcial de 10-0 que dio al Leyma su primera ventaja desde el 19-18.

El duelo entró entonces en modo columpio, con rentas mínimas de uno y otro lado. El ataque naranja seguía sin la fluidez y el acierto que le tienen en el Nº1 del ránking de Oro, pero su defensa obligaba ya al Albacete a jugarse triples forzados o ejecutados por no tiradores como Santana.

Diego Epifanio recurrió entonces a Alex Hernández, que al igual que en Torrelavega, donde fue determinante, activó a Diagne, quien firmó unos minutos demoledores. Suyos fueron la mitad de los puntos de un parcial final de 8-3. La otra mitad la puso Javi Vega (61-56).

El senegalés y el madrileño también se repartieron la anotación del 4-1 de inicio en el último periodo. Y al antepenúltimo clasificado se le acabó la batería. Jacobs y Ferrando fueron el magro recurso para frenar al tercero de la tabla, que por fin se pareció a lo que es. Muchos jugadores colaboraron a estirar poco a poco la renta. Entre ellos Isern, que cerró el partido con un afortunado triple, el tercero seguido, sin respuesta, de un Leyma que comenzó sufriendo a causa de las bombas rivales y terminó la fiesta con bombas propias.

Cuarta victoria consecutiva, que coloca a los de Diego Epifanio a una de asegurarse el factor cancha en el cruce de cuartos de final de los playoffs. Su rival de ayer, inmerso en la pelea opuesta, podría obrar el cuasi milagro de eludir el descenso si juega así los tres partidos que restan.