Epi: “Hay que seguir trabajando, que es lo más importante”
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Epi: “Hay que seguir trabajando, que es lo más importante”

Epi: “Hay que seguir trabajando, que es lo más importante”
Diego Epifanio lamenta que contra el conjunto donostiarra el Leyma hiciese varias cosas mal de las que no podía hacer mal para poder competir | Mónica Arcay

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Diego Epifanio admitió la superioridad del Gipuzkoa, segundo verdugo en Riazor del Leyma Basquet Coruña, del que aseguró “hicieron un planteamiento muy claro, en el que nos sentimos muy incómodos”. 


El técnico explicó que “nuestro ‘spacing’ sacó muchos tiros liberados, pero no los metimos. Puede sonar un poco cutre, a excusa de entrenador, pero, aunque intentamos bastantes cosas, ellos fueron mejores. Controlaron sus pérdidas de balón y nosotros perdimos ocho en la primera parte, que nos restaron mucha confianza. Y a partir de ahí nos entró la ansiedad, también por nuestros mejores tiradores no anotaron varios tiros liberados”.

 

Mea culpa 1

Epi recalcó que “Gipuzkoa es uno de los equipos más físicos de la liga,  y no pudimos meter muchos puntos en la pintura. Tampoco pudimos con ellos en las acciones de uno contra uno. No por los jugadores, sino porque a lo mejor el entrenador no encontró la solución para sacar ventajas para que ellos pudiesen anotar. Y luego nos mató el rebote ofensivo de ellos, nos cogieron muchos en la pintura”. 


El preparador burgalés lamenta que “no fuimos capaces de cerrar el partido cuando nos pusimos dos arriba. Nos duró un suspiro. Fallamos luego un triple y, en el siguiente ataque, ellos volvieron a ponerse arriba y no fuimos capaces de reengancharnos al partido”.


Quedan 11 partidos de regular por delante. “Y somos el Basquet Coruña, que a nadie se le olvide. Para lo bueno y para lo malo”, subrayó Epi. “No creo que hayamos perdido por la presión; Gipuzkoa hizo lo que tenía que hacer contra nosotros y le salió bien”.

 

Mea culpa 2

“Es verdad que han tenido ‘la suerte’ de que yo soy un puto inútil porque no sé cómo hacer ganar a mi equipo en mi casa contra Gipuzkoa, porque cada vez que vamos allí les hemos ganado. Y ya está, somos el Basquet Coruña, con las cosas buenas y con las cosas malas. Doce está muy bien, pero tenemos que olvidarnos del ruido”. 


El técnico del Leyma no quiso escudarse en un posible cansancio tras el exigente duelo ante el Estudiantes. “Nada. Eso son excusas. Cansancio lo tenían que tener ellos, que vienen de un viaje, aunque lo hayan hecho en avión, como los clubs grandes. Nosotros dormimos en nuestra casa y tuvimos tiempo para recuperar. Simplemente no encontramos la tecla y estuvimos a disgusto todo el partido. Nos ganaron, y punto”, enfatizó.

 

Si alguien había despegado mucho los pies del suelo, nos han puesto en nuestro sitio


Aunque admitió que hubo “nervios; todo el mundo quiere agradar, todo el mundo quiere ganar a su bestia negra. El año pasado, cuando mejor estábamos, cuando parecía que íbamos a jugar al año siguiente la Euroliga, nos sacaron a tortas de aquí y nos bajaron al suelo. Si ahora alguien había despegado mucho los pies del suelo, nos han puesto en nuestro sitio. Pero vamos primeros, eh. Hemos hecho muchas cosas bien para estar primeros”.  


“No sé cómo nos va a afectar. Estamos un poco noqueados. Como cuando vas a una pelea y piensas que vas competir mejor, y te zumban un tortazo de 0-10 nada más empezar. Eso te descoloca. Son cosas que a veces no puedes controlar. A lo mejor nos han venido los fantasmas... No lo sé. Lo que sí sé es que hicimos varias cosas mal que teníamos claro que no teníamos que hacer para poder competir contra ellos. Y si es verdad que nos afecta a la cabeza, tenemos que limpiarla cuanto antes. Lo cierto es que nos ganaron en todos los planos: emocional, táctico... Tenemos que levantar la cabeza, porque en esta liga, como te pares a mirar lo que pasa, te arrasan. Hay que seguir trabajando, que es lo más importante”, puntualizó.

 

Circunstancias complicadas

Diego Epifanio valoró especialmente el esfuerzo de Atoumane Diagne, quien afrontó el partido bajo una circunstancias poco favorables. “Estuvo bien, pero acabó reventado. Empezó hace poco el Ramadán y empezó a comer en la charla previa al partido”, explicó el técnico del Leyma.

 
“Tenemos el máximo respeto por sus creencias y por cómo las ejecuta. Pero acabó mareado en el vestuario y tuvimos que hidratarle. Ha sido una circunstancia, que cuando más le necesitábamos, justo ha coincidido con eso, y nos condicionó varias situaciones del juego”, concluyó Epi. 

Epi: “Hay que seguir trabajando, que es lo más importante”

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