En la modesta historia del Lleida Llista Blava hay unas cuantas líneas sobre sus gestas en el Palacio de los Deportes de Riazor. El club que durante 49 años solo jugó cuatro temporadas en la máxima categoría, es casi un fijo en el nuevo milenio. Desde el año 2000 suma 20 temporadas en la élite, once presencias en la Copa del Rey y otras tres en los playoffs por el título. Es además uno de los equipos que mejor balance presenta como visitante contra el Liceo en la OK Liga. En 23 desplazamientos ha celebrado cinco victorias, un porcentaje más que respetable (21,2%), solo superado por el Barça (42,4%) y los anecdóticos Claret y Manlleu (33,3%, pero con una victoria en tres partidos).
El eterno rival (25 triunfos en 58 partidos), el Reus (ocho en 53), el Igualada (seis en 48) y el Noia (seis en 50) son los únicos que mejoran el número de victorias del Lleida en casa del Liceo. El Vic, tiene las mismas pero en casi el doble de visitas (cinco en 41). Sorprenden los guarismos del Alcobendas (tres en 16) o el Lloret (cuatro en 22), los dos por debajo del equipo franjiazul, pero con un porcentaje nada desdeñable ante la abismal diferencia con el historial del Liceo.
Los precedentes del Llista Blava en A Coruña y el momento dulce que atraviesa en la OK Liga, cuarto clasificado con solo una derrota en los últimos once partidos (hace dos semanas en Alcoi, 5-2), amenazan los cimientos de Riazor, donde los verdiblancos solo han perdido dos veces esta campaña (en la jornada 4 contra el Barça, 1-4, y en la 12 ante el Reus, 2-5) y no quieren hacerlo una tercera (este domingo, 12.00 horas, precisamente ante el Lleida).
Haría bien en no fiarse el conjunto de Juan Copa de un rival que, desde que irrumpió en la OK Liga en el año 2000, ha conseguido varios triunfos de prestigio en el Palacio. La primera vez que ganó fue en la temporada 2001-02, un duelo de ida y vuelta, apretado en el marcador y que se resolvió por 5-6 para los visitantes. Esa misma campaña se cruzaron los caminos en los cuartos de final por el título. Y ahí el Liceo no falló, ganando el primer y el tercer partido de la serie, los dos como local, para avanzar a las semifinales.
Pero el Lleida ya le había cogido el gusto al parqué de Riazor y en el curso siguiente (2002-03) se fue de A Coruña con su victoria más abultada, un 0-4 sin paliativos en una época difícil para los locales. Dos años después (2004-05) volvió a ganar el equipo catalán por 4-5 en otro partido con alternativas para los dos pero de triunfo visitante.
Tuvo que esperar más de una década el conjunto franjiazul para volver a celebrar una victoria en casa del Liceo. Fue en la última campaña de Carlos Gil como entrenador (2016-17) con un 2-3 en el que ya aparece Darío Giménez, autor de un gol. El veterano argentino de 37 años, que esta campaña está de vuelta en el Lleida y mañana regresa a Riazor, también fue protagonista en el cuarto éxito, un año después y en el primer curso de Juan Copa en el banquillo (2017-18), por 3-5 y con dos goles en la cuenta particular del albiceleste.
La racha del Llista Blava se cortó en la temporada 2018-19 con un empate (3-3) y, desde entonces, el Liceo suma cinco victorias consecutivas en sus enfrentamientos como local. Las estadísticas, la historia y la racha actual del amenazante rival no serán más importantes que el plan de partido de Copa y los suyos, que caminan en la segunda posición de la OK Liga a 15 puntos del mejor visitante histórico, el Barça. Líder intratable con un pleno de triunfos, ayer abrió la jornada con ciertos apuros en casa contra el Alcoi (4-3), como el Lleida otra de las agradables sorpresas del curso.
Un fortín: 77 derrotas en 680 partidos |
La fortaleza del Liceo como local está fuera de toda duda. En 680 partidos de la máxima categoría ante su público ha cedido 77 derrotas (25 contra el Barça y cinco contra el Lleida). La historia del equipo va del Palacio de los Deportes de Riazor a la Polideportiva y, anecdóticamente, al exilio en Ordes durante cinco partidos en 1996 por una sanción y las obras en el Palacio.
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