Hablar con los Togores es hablar de hockey y, concretamente, del Dominicos. Luis vivió en la pista el primer ascenso a División de Honor y después pasó por todos los estamentos del club, desde los banquillo hasta los despachos. Su hijo mayor, también Luis, compartió vestuario con varios integrantes de la plantilla que ganó la histórica Copa del Rey en 1990 y disputó competición europea. Manuel, el mediano, y Pablo, el pequeño, crecieron con el auge y la caída del Domi. Ahora son las cabezas visibles del proyecto en la parcela deportiva, entrenador y coordinador, los encargados de continuar la estirpe y recuperar la gloria perdida.
¿Qué sensaciones os transmite el equipo tras dos semanas de pretemporada y los dos primeros amistosos en Portugal (derrota en Riba d’Ave, 10-2, y victoria en Lavra, 2-4)?
Manuel Togores: Muy buenas. El primer partido fue súper exigente, contra un equipo de media tabla de la Primera División portuguesa, con más tiempo de preparación que nosotros y otro ritmo. Era lo que buscábamos, que nos exigiesen, que subiesen el listón de lo que hacemos en el día a día. El equipo tuvo momentos buenos y otros de sufrir más, pero siempre súper comprometido, trabajando todos los jugadores como animales. El segundo partido ya era de otro perfil, nosotros tuvimos más la bola, dominamos y pudimos trabajar la construcción del juego.
Pablo Togores: Dos semanas de entrenamientos son pocas para hacer una valoración, pero el equipo está trabajando muy bien, serio y se ve que tiene un objetivo claro, aunque todavía no tenemos la plantilla al completo. Jacobo (Copa, se incorpora esta semana después de jugar el Europeo sub-19) llegará perfecto, rodado y en forma. Por Adrián (Candamio, nuevo fichaje, que se recupera de una lesión) tendremos que esperar un par de semanas.
La plantilla es prácticamente idéntica a la de la pasada semana, cambiando el fichaje de Adrián Candamio por la baja de Bruno Saavedra (Liceo).
Pablo: Lo que más nos preocupaba era la renovación del equipo. Es un grupo de jugadores que llevan ya un tiempo juntos y al que vamos incorporando poco a poco gente del perfil que buscamos. La baja de Bruno estaba prevista, pero tuvimos la oportunidad de traer a Candamio, que ya lo habíamos intentando traer en alguna otra ocasión, y nos va a dar muchas garantías. Como tenemos un equipo joven, cada año juega a nuestro favor por la mejoría individual, la experiencia, el ritmo… Tenemos la plantilla que queríamos desde mayo. Ha sido un verano muy tranquilo.
Bruno es un jugador muy especial, pero Adri tiene más experiencia y regularidad
¿Qué perdéis con la baja de Bruno y ganáis con el fichaje de Adrián?
Manu: Bruno es un jugador muy especial, tiene un físico envidiable, uno contra uno y juega muy bien en transición. Adri también nos puede dar eso, de otra manera porque es diferente, pero lleva muchos años compitiendo en Plata y OK Liga. Tiene más experiencia y regularidad a nivel de rendimiento y de goles, que Bruno, por su juventud, no tenía. En ese sentido, nos garantiza ciertas cosas que Bruno, aunque tiene un techo muy alto, sigue en formación.
Os preocupaba renovar al bloque de jugadores, ¿hay equipos con más potencial económico que vienen a fichar al Dominicos?
Pablo: Siempre pasa, otros clubes hablan directamente con los jugadores y nos llega una vez que ya les han dicho que no. Lo bueno que tenemos aquí es el vínculo que tienen con el club. Les tratamos de dar todo lo que está en nuestras manos. Están contentos y se sienten identificados. Ellos ven que seguimos creciendo y que el club tiene ambición, algo que ellos mismos demandan. De momento, conseguimos que sigan con nosotros, pero para eso tenemos que seguir creciendo.
La directiva declaró en una entrevista con este diario que el objetivo es la OK Liga, ¿crecer pasa por ascender?
Manu: A nivel deportivo es lo que buscamos y eso mismo le pedimos a la directiva, que nos ayuden para llegar a ese objetivo. Si es una presión, nos la hemos buscado nosotros. No hay prisa por ascender ya, pero sí que es un objetivo. Y si cada año proponemos lo mismo, que es mantenerse en OK Plata, los chicos de la casa buscarán un proyecto más ambicioso y los que están fuera no van a querer venir.
No hay prisa por ascender ya, pero sí que es un objetivo y una presión que buscamos
La filosofía del Dominicos se basa en una cantera fuerte, pero no renuncia a reclutar talento coruñés.
Pablo: La cantera es un aspecto diferencial para nosotros, pero además de sacar jugadores desde abajo tenemos que darles una opción a los gallegos o coruñeses que quieran volver a casa para jugar en un proyecto ambicioso.
Manu: Históricamente, Dominicos siempre ha fichado, también en sus mejores momentos. En OK Liga o en OK Plata, competir sólo con lo de casa es muy difícil. Que coincidan canteranos de la misma generación para poder competir sin traer a nadie de fuera es muy complicado.
¿Cómo se gestiona el salto de los juveniles o júniors al primer equipo de OK Plata?
Manu: Es un salto muy grande y no todos los jugadores llegan a la vez. Algunos rompen con 18 años y a otros hay que esperarlos hasta los 21 o 22. Lo que necesitamos es la estabilidad en el grupo, ese bloque duro que tenemos ahora, un primer equipo ambicioso que ayuda a los canteranos. Ese equilibrio nos está saliendo bastante bien.
¿Cómo iguala el Dominicos la diferencia de presupuesto y de medios con los grandes clubes de OK Plata?
Manu: Principalmente con mucho trabajo y entrenamientos, pero también con mucha ilusión y esa rivalidad que siempre se ha generado desde aquí. Ese rollo de que todos son catalanes es algo que motiva a los jugadores. Es una situación parecida a la que tiene el Liceo. En A Coruña siempre tenemos esa motivación extra. Y también el vínculo de los jugadores y su implicación con el club. Ascender con Dominicos es algo especial. Es un club que tuvo su historia y su momento. Ascender a OK Liga sería recuperar algo para la ciudad. Eso suma mucho. Por eso intentamos mejorar la estructura del grupo, ya no sólo con jugadores, sino con más medios para que el jugador esté lo más cómodo posible con nosotros. Si no podemos aspirar a jugadores de súper élite, intentar mejorarlos, como trayendo a un preparador físico como Mon (Ramón Fernández, ex del Liceo y el Cerceda).
Tenemos que darles una opción a los coruñeses que quieren volver a casa
Mon es otro gran fichaje esta temporada.
Manu: Igual que habíamos intentado traer a Adri en otras ocasiones, con Mon pasa un poco lo mismo. Es una de esas personas que teníamos siempre en el objetivo. A veces no puedes llegar a ellos, a veces ellos no pueden venir por diferentes circunstancias, y ahora era el momento.
¿Qué aporta en el juego un preparador físico de su nivel?
Manu: Esta temporada queremos cambiar un poco el estilo. Partiendo de lo que teníamos, que funciona muy bien, queremos incorporar cosas: jugar un poco más en transición, hacer un juego más rápido y directo por momentos, presiones altas cuando podamos... Queremos ser un equipo agresivo, tanto a nivel defensivo como ofensivo, para diferenciarnos del hockey catalán. Y con un preparador físico como Mon es más fácil.
¿Esa identidad y estilo se enseñan también en los equipos de la cantera?
Pablo: Marcamos una misma línea, sobre todo a partir de juveniles, una categoría en la que los chicos ya pueden subir al equipo de Plata. Tenemos que jugar todos a lo mismo, con las salvedades de la edad y la calidad, para que los canteranos sepan a lo que están jugando cuando lleguen arriba. Siempre hemos tenido juveniles o júniors entrenando y jugando con el primer equipo. Es básico para nosotros.
La historia del Dominicos tiene ese punto de melancolía y arraigo con la ciudad que ayuda
Manu y Pablo han mamado la identidad del Dominicos desde pequeños. Nadie mejor que ellos para transmitir desde el banquillo y la dirección deportiva lo que significa un club histórico que quiere reverdecer viejos laureles, ya sea a los niños del cole o a los recién llegados al primer equipo. Todos entablan una relación especial con el escudo.
Habláis de ese vínculo que tienen los jugadores con el club, un nexo familiar para vosotros, que os une desde hace años. ¿Qué significa el Dominicos para Manu y Pablo?
Manu: El vínculo es por la forma de entender el club, ya sea para gente de toda la vida o para los que han llegado hace poco. La historia del Dominicos, un club que crece desde abajo y después va a menos, tiene ese punto de melancolía y arraigo con la ciudad que ayuda. También es importante el día a día y el patio del colegio, la relación de los mayores con los pequeños, jugadores del primer equipo que son ídolos para los niños, se retroalimentan unos a otros.
Pablo: También hay un punto de rebeldía. Todos sabemos que este no es el club más potente, pero con otra filosofía, de cantera y desde abajo, tenemos un carácter súper competitivo, de sobreponernos a todo. Y eso engancha.
Manu: Es un tema interesante. Nosotros no acertamos siempre con los fichajes, pero últimamente sí porque todos los jugadores que están aquí quieren estar aquí. Por eso es importante traer jugadores de la ciudad que conocen la historia y el funcionamiento del club, ese vínculo que hay entre todos. Por eso hay gente que, aunque no lleva toda la vida aquí, parece que lleva toda la vida aquí.
