Guido Pellizzari, un primer gol con sabor a despedida
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Guido Pellizzari, un primer gol con sabor a despedida

Guido Pellizzari, un primer gol con sabor a despedida
El argentino, en su primer partido con la camiseta del Liceo, el 3 de diciembre contra el Reus en Riazor | Quintana

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Faltaban 2:46 para el descanso en la Torre Roja de Caldes cuando Guido Elian Pellizzari Oliva (4 de junio de 1992, Mendoza) cazó una bola en el aire y la remachó a la red. Era el 1-3, su primer gol con el Deportivo Liceo en 14 partidos. Lo celebró con una mezcla de rabia y alivio. El argentino, en una charla con este diario, se declara encantado en el equipo y la ciudad, pero el club ya le ha comunicado que no cuenta con él para el próximo curso.
 

“Mi rol principal no es marcar goles, soy un jugador que trato de aportar en el juego sin bola, liberar a un compañero y también en la presión tras pérdida, pero había visualizado varias veces mi primer gol. No es lo mismo que celebrarlo y me sirvió para sacar toda la euforia. Estoy contento por el hecho de marcar el 1-3 que puso una diferencia de dos goles en una pista difícil y ayudó a ganar al equipo”, festeja Guido.

 

El argentino llegó el 3 de noviembre para suplir la baja del lesionado Bruno Saavedra, pero no debutó hasta el 3 de diciembre, justo un mes después, en casa contra el Reus. “Como no podía jugar, me enfoqué en los entrenamientos y en adaptarme a la dinámica de un nuevo equipo, disfruté mucho del proceso", admite. 

 

"Fueron tantas cosas que me pasó muy rápido el tiempo: llegar aquí, conocer a los compañeros, establecerme en la ciudad con la familia (Guido reside en Matogrande con su mujer y sus tres hijos)... Cuando menos lo esperaba ya estaba jugando, la cosa empezó a rodar y no sé en qué momento pasaron tres meses”, rememora.  

 

En el mejor momento

 

El debut de Pellizzari coincidió con el peor momento del Liceo: las derrotas contra Reus, Voltregà, en la OK Liga, y Barcelos, en la Champions. Un nuevo traspié en Noia le cerró las puertas de la Copa del Rey. Desde entonces, suma dos empates y encadena cuatro victorias en la competición doméstica.

 

“Hemos ido mejorando como grupo y en estos momentos estamos viendo nuestra mejor versión. Venimos en una buena dinámica, entrenando muy fuerte, con mucha intensidad y eso se nota en los partidos. Sabíamos que jugar en Caldes era muy complicado, por la pista, el ambiente, el arbitraje... Por todos estos motivos le damos mucho valor a la victoria”, analiza Guido.

 

Los dos próximos encuentros, el sábado contra el Lleida (18 horas, Riazor) y el domingo 3 de marzo en Girona, se antojan como dos nuevas oportunidades para seguir sumando de tres en tres antes del parón por la Copa: “Tenemos que aprovechar esta buena racha, siempre con la consciencia de que vienen partidos difíciles porque todo el mundo quiere ganarle al Liceo”, advierte.

 

Trotamundos

 

Pellizzari dejó el Saint-Omer francés para incorporarse al club coruñés, su octavo destino en 10 años: Andes Talleres (Argentina), Hockey Matera (Italia), Basel (Suiza), Valença (Portugal), Vendrell y Calafell (España) completan el mapa del trotamundos mendocino.


“El otro día vi una foto mía de niño, con unos patines muy precarios, y si pienso en mi carrera, con tantos países, equipos, compañeros... Ha sido muy enriquecedora, en lo deportivo y en lo personal. Siempre he sacado algo positivo, he hecho familia y he sufrido pero también disfrutado la adaptación a la cultura de cada país. He crecido mucho”, celebra Guido, que se queda con el nacimiento de sus tres hijos.

 

“Lo más importante es que mis tres hijos nacieron en sitios diferentes: Vendrell (Francesco, cuatro años), Calafell (Pietro, dos) y Saint-Omer (Matteo, seis meses). Que me vean jugar es otra motivación” reconoce el argentino, que disfruta de A Coruña, patinando con los pequeños en la plaza de Cuatro Caminos o paseando con su mujer por Riazor.

 

"Es una ciudad que me gusta mucho: tiene todo y a la vez es muy accesible para ir de un lugar a otro, caminando o en autobús", celebra Guido, que tendrá que buscarse otro lugar en el mundo porque el club no cuenta con él para la próxima temporada. "Mi idea era continuar en este proyecto, pero ya me han comunicado que no voy a seguir. Me gustaría despedirme llegando a la final de los playoffs y, ¿por qué no?, ganando la OK Liga”, desea.

 

La llamada de Copa y el trabajo de Fran Tato

Pelizzari no tuvo "ninguna duda" en aceptar la oferta del Liceo, "primero por el hecho de venir a jugar a un club histórico y profesional", pero sobre todo por la llamada que recibió del técnico, Juan Copa. "Poder hablar con el entrenador y capitán de este proyecto fue definitivo.

 

Después de casi cuatro meses en el Liceo, el argentino destaca las buenas condiciones para trabajar que se ha encontrado: "Siempre ha ha gustado tomarme el deporte con total profesionalidad y aquí lo hacen al mismo nivel que a mí me gusta: entrenamos por la mañana, nos cuidan y nos tratan para estar al máximo nivel".

 

Guido recalca el papel de Fran Tato, utillero del primer equipo: "Es una de las figuras más importantes aquí. Nunca había tenido a mi lado una persona y un profesional tan bueno. Conoce las necesidades y los gustos de cada jugador al detalle: la talla de los patines, cómo lleva los guantes, la camiseta interior... Es un lujo".

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