Lo tengo claro, la clave para fichar un goleador es robarle la lista al Mirandés. Da igual quién sea el director deportivo, si Chema Aragón, que estuvo al frente de la parcela deportiva entre 2017 y 2023, o Alfredo Merino, su sucesor, que el club de Miranda de Ebro siempre acertará al elegir un ‘killer’.

Cuántas veces hemos escuchado la frase “el gol se paga”, “ojalá tuviéramos una varita mágica para encontrar un nueve goleador”. Una sentencia cierta, pero que salta por los aires cuando entra en juego el Mirandés. A los jabatos les da igual jugar contra el crono, como el pasado verano, cuando a dos semanas del arranque de la temporada 2024-25 apenas había diez jugadores en la plantilla, o contar con uno de los presupuestos más modestos de la categoría. Siempre terminan encontrando a su hombre gol o a un jugador que la rompa en la categoría. Y eso que normalmente apuestan por futbolistas jóvenes y todos ellos, cedidos por otros clubes. Pero tienen un ojo que invita a pensar que poseen una bola de cristal o que en su sede esconden el DeLorean de Regreso al futuro para viajar en el tiempo hacia delante y retornar al presente de nuevo, sabiendo qué jugón es el que se va a hartar a meter goles y dar asistencias.

Los de Anduva también han pillado algún ‘pescao’ que otro —nadie tiene una puntería del cien por cien—, pero han sido más los aciertos desde que dieron el salto a la Segunda División en 2019.

Ya ese primer año en la categoría de plata, Chema Aragón logró la cesión del extremo Martín Merquelanz desde la Real Sociedad y del delantero Marcos André desde el Valladolid. El irundarra, que hasta aquel momento había jugado siempre en Segunda B y solo un partido en Primera, explotó con 15 chicharros, que le llevaron a ser el sexto máximo realizador de Segunda, y diez asistencias —el segundo que más de la competición—. El hispano-brasileño ayudó con una docena de dianas. Por cierto, el Mirandés también se llevó a Iñigo Vicente, del Athletic Club, que repartió siete pases de gol.

En la 2020-21, no hubo un ‘killer’ que capitalizara los tantos de los de Anduva. Ahí, al Mirandés le faltó pescar un ‘9’ que se hinchara de cara a puerta. Los tantos estuvieron más repartidos entre Jirka (5), Iván Martín (4), Cristo (4) y Djouahra (4). Aun así, la escuadra de Miranda de Ebro finalizó la competición en la décima posición.

Chema Aragón atinó de nuevo con las cesiones en la campaña 2021-22. Pescó a Sergio Camello del Atlético, quien firmó 15 goles. Roger Brugué marcó ocho tantos, Rodrigo Riquelme perforó las porterías rivales siete veces y, además, dio una docena de asistencias, Alejandro Marqués también sumó siete dianas e Iñigo Vicente marcó seis. La dirección deportiva volvió a tener buen ojo.

El Mirandés sufrió algo más al siguiente curso. Y eso que desde las oficinas del club volvieron a atinar con el ‘9’. Los jabatos convencieron al Betis para que les cediera a Raúl García de Haro y el delantero catalán —actualmente en Osasuna— se salió con 19 dianas —fue el segundo máximo artillero de la categoría— y, por si fuera poco, dio ocho asistencias.

Verano de 2023, se va Chema Aragón y llega Alfredo Merino. Igual el nuevo no tiene el olfato de su predecesor. Pues resulta que no solo posee ese instinto para encontrar perlas, sino que incluso le supera. También a base de cedidos. “Voy a traerme a Carlos Martín, del Atlético”, debió decir. Pues enchufa 15 goles el tío. Y a ver si probando con Gabri, del Girona y que viene de jugar en el San Fernando en Primera RFEF... nueve dianas para el catalán.

Aún más loco ha sido lo de este último curso. Panichelli y sus 20 goles, los doce tantos de Izeta, el acierto con Joel Roca, Gorrotxategi... y los de Miranda rozando la Primera División. Se esfumó el sueño, pero lo de los jabatos es digno de estudio. Si me dicen que tienen el poder de ver el futuro, me lo creo. Soriano, róbales la chuleta.