El Maristas inició el nuevo curso liguero cumpliendo –a pesar de padecer cuatro bajas importantes– con su primer premisa: competir, aunque fue insuficiente para batir a al Cortegada, en teoría uno de los equipos llamadod a estar en la parte alta de la clasificación.
El técnico colegial, Fernando Buendía, apelaba en la previa a la defensa. Y con la defensa plantó cara al equipo de Vilagarcía de Arousa, a pesar de la primera mitad (33-27) excelente de la pívot local Merci Wanyama (16 puntos).
El equipo coruñés no se vino abajo cuando su desventaja rozó la decena. Frenó en seco al Cortegada en los últimos 5:30 del tercer cuarto y entró al último solamente 5 puntos abajo (45-40).
Un 6-2 de salida volvió a alejar al Maristas, que ni así tiró la toalla. las jugadoras de Buendía llegaron a colocarse a una sola canasta (55-53). Pero entonces resucitó su peor pesadilla, Wanyama. Un 2+1 de la keniana –que acbó con 43 de valoración–relanzó al conjunto pontevedrés. Y cuatro libres seguidos anotados por Sara Gómez acabaron con la resistencia de un rival muy diezmado.