El éxito del Club del Mar a base de cantera
lll
17º-23º

El éxito del Club del Mar a base de cantera

El equipo coruñés de bádminton consiguió ascender a la segunda categoría nacional a nivel de clubes
El éxito del Club del Mar a base de cantera
De izquierda a derecha: Samu Santabaya, Rubén Espinosa y Naia Daza en el pabellón del Club del Mar | Carlota Blanco

Usuario

El deporte coruñés no deja de cosechar éxitos en todas las disciplinas y categorías. Esta temporada se ha unido el Club del Mar de bádminton, consiguiendo un histórico ascenso a la segunda categoría nacional a nivel de clubes. 


Los coruñeses empezaron en la división más baja, la Segunda Territorial, y desde entonces han ido encadenando ascensos ya en divisiones nacionales hasta el de esta temporada a Primera Oro, inmediatamente por debajo de División de Honor, la máxima categoría a nivel de clubes. “Hasta Oro hemos ascendido con jugadores de la cantera, que ha sido un poco la marca insignia de estas temporadas y hemos competido con equipos que han traído de otros sitios. Eso le añade mucho mérito y valor a lo que hemos hecho”, explica Samu Santabaya, uno de los integrantes del equipo.


La que acaba de terminar ha sido la primera temporada del equipo en Primera Plata, por lo que no estaba en sus planes de inicio ascender. “No nos esperábamos el resultado que hemos tenido, pero a lo largo que iba avanzando la liga nos veíamos más fuertes que otros equipos. Me acuerdo del primer viaje que hicimos, que Rubén (su entrenador) nos dijo que si quedábamos sextos estaba genial y ya nos pareció muchos. La primera jornada nos pusimos primeros y ya pensé que igual estábamos mejor de lo que esperábamos”, recuerda Naia Daza, otra de las jugadoras.


El equipo cuenta con una mezcla de juventud y experiencia que casa a la perfección. “Empezamos en Segunda División y fuimos ascendiendo poco a poco con la misma gente. El equipo está formado por gente veterana que con quince años fueron campeones de España, que se han combinado ahora con niños y niñas sub-19, sub-17 y sub-15 que están empezando. Esa combinación entre mayores y pequeños y el buen rollo que ha habido durante estos años es lo que nos ha dado ese ápice que a lo mejor nos faltaba para ganar algunos partido”, explica el entrenador, Rubén Espinosa.


Varios de esos integrantes más jóvenes del Club del Mar forman parte del Centro de Tecnificación Deportiva de Pontevedra, aunque continúan compitiendo con la entidad coruñesa. Es el caso, por ejemplo, de Sara del Castillo e Inés Poncela. “Han dejado de entrenar en el club, pero allí tienen otras facilidades. Estudian y entrenan, tienen todo más adaptado, pero ellas son jugadoras del Club del Mar y se desplazan con el Club del Mar a los campeonatos individuales y en la liga juegan con nosotros”, cuenta Espinosa.


De cara a la próxima temporada, la del debut en Primera Oro, tienen un objetivo claro: “mantener al equipo en la división y disfrutar de todas las jornadas”. “Seguir funcionando como equipo e intentar meter también algunos chavales pequeños para se puedan ir formando como jugadores”, afirma el técnico. “El año que viene lo veo más difícil que este. Es una categoría nueva, con nivel oro y vamos a tener que entrenar más y dar el pego, pero tenemos un equipo bastante fuerte”, señala por su parte Naia Daza. “Estamos todos muy emocionados porque es un objetivo que no teníamos pensado alcanzar, no era una obligación. Ahora estamos con ilusión y tenemos que prepararnos para afrontar la liga con el máximo nivel posible”, añade Samu Santabaya.

 

Untitled (3)
El equipo al completo durante una de las jornadas  | Cedida 

 

Funcionamiento


La competición que disputó el Club del Mar esta temporada constó de cuatro jornadas que funcionan en formato de concentración, disputando tres partidos contra otros clubes en cada una de ellas. Cada duelo se disputa a siete puntos, con cuatro partidos de individuales (dos masculinos y dos femeninos) y tres de dobles (uno masculino, uno femenino y uno mixto). Aunque uno de los dos equipos llegue a los cuatro puntos antes de que se jueguen todos los partidos, se disputan igual los siete, ya que la totalidad de los puntos obtenidos y recibidos computan para la clasificación a la hora de desempatar.


“Es muy duro porque cada encuentro a siete puntos dura tres o cuatro horas. Jugamos el sábado a las nueve u once de la mañana y luego otra vez a las cuatro. Y al día siguiente se juega otro encuentro”, explica Rubén Espinosa.


En cada una de las jornadas se designa una sede única a la que se desplazan todos los equipos del grupo implicado, no solo los tres que se enfrentan al anfitrión. En seis pistas se disputan simultáneamente todos los encuentros durante dos días muy intensos. “En cuatro fines de semana al año se define la liga” resume el técnico del Club del Mar. 

El éxito del Club del Mar a base de cantera

Te puede interesar