El Laracha CF emitió un comunicado en el que anunció que, debido a la situación generada por la pandemia de Covid-19 y la falta de ingresos económicos, toda la plantilla del primer equipo y los entrenadores Héctor García Pena y Javi Fuentes no seguirán en el club rojiverde. Roberto Lozano Rey, que ya formaba parte del cuerpo técnico, tomará las riendas del primer equipo, mientras que el plantel se completará con futbolistas juveniles y con jugadores que afrontan su primer año como sénior.
Esta decisión se viene cocinando a fuego lento después de varias reuniones entre la directiva y la plantilla y el cuerpo técnico. Encuentros en los que Juan José Fuentes Varela, presidente del Laracha desde el pasado mes de julio, fue desvelando a los integrantes del primer equipo la delicada salud financiera de la entidad rojiverde.
“Nos vemos obligados a hacer este movimiento porque nos estamos encontrando las puertas cerradas en el tema de los patrocinadores, por la herencia recibida de la antigua directiva y también por el aspecto económico derivado de la pandemia de Covid. Nosotros queremos ser claros y no nos gusta prometer lo que no tenemos. Así que nosotros les dijimos claramente a los jugadores lo que había. Ya se lo dijimos hace un mes por si querían irse, así que para ellos no es nada nuevo. Les expusimos que habría que empezar la competición sin ánimo de lucro, porque no podemos prometerles nada debido a lo que ya he mencionado, pero que se les iba a dar lo que se pudiera en cuanto se pudiera. Ellos lo entendieron a su forma y decidieron no seguir”, asegura Juan José Fuentes Varela.
Versión matizada
Una versión de los hechos que confirma, y también matiza, Héctor Pena, ya exentrenador del Laracha: “Fui yo quien comunicó al club que dejaba el equipo después de hablar con todos los jugadores. Después de empezar tarde la planificación y llegar tarde a muchos fichajes, conseguimos hacer un equipo competitivo pero las circunstancias son las que son. Desde el club me dicen que no hay nada, que no pueden prometer ni gastos de viaje. Y los jugadores, viendo que no se les pueda dar ni una pequeña gratificación, tomaron la decisión de no seguir. La decisión sale única y exclusivamente de mí. Yo estaba dispuesto a quedarme sin cobrar si los jugadores se quedaban pero en el momento que ellos deciden irse, entiendo que yo tampoco puedo continuar. Algunos ficharon por el Laracha perdiendo dinero y otros tuvieron opciones de equipos de superior categoría pero confiaron en mí. Así que en el momento que ellos se van, yo también debo irme”, reconoce el técnico.
“Para nosotros sería muy fácil tenerlos aquí dos meses y luego en diciembre que empezaran los problemas. Pero no quisimos engañarlos. Nosotros preferíamos empezar sin ánimo de lucro y en diciembre poder hacer unas buenas navidades dependiendo de cómo vaya esto. Pero lo que me dieron a entender es que les importa más el dinero que el club y que jugar. Eso me duele un poco. Ellos han elegido ser números en vez de personas”, comenta el presidente del Laracha, que lamenta haberse encontrado un contexto complicado en sus primeros meses de mandato debido a la ausencia de ingresos por culpa de la pandemia y a los contratiempos y deudas derivadas de la gestión de la anterior directiva.
Un mazazo
El cambio al completo de la plantilla y el cuerpo técnico también ha levantado cierto pesar a Héctor Pena, que admite que se “ha ido al garete todo el trabajo”. “Es un mazazo porque son muchos meses de trabajo. Empezamos la planificación de la plantilla con retraso respecto a los demás clubes y fueron muchos meses hablando con jugadores y muchos desplazamientos para aquí y para allá para intentar hacer una plantilla equilibrada. Al final todo el trabajo se ha ido al garete. Me da pena por la situación en la que queda el club”, apunta Héctor.
Futuro próximo
El primer equipo ahora estará dirigido por Roberto Lozano en el banquillo y estará formado por jóvenes futbolistas del club, en edad juvenil o en su primer año sénior. Algo que no le preocupa a Juan José Fuentes. “Lucharé la categoría con los juveniles. Si hace falta metemos a jugar a los entrenadores de las escuelas y si es necesario me visto hasta yo, no hay problema. De renunciar a la categoría, nada. Moriremos en la guerra. Renunciar no está en nuestros pensamientos, ni por la cabeza se nos os ha pasado”.