”El hecho de cambiar de posición no es cuestión del entrenador, es cuestión de que los jugadores piensen más en el equipo que en sí mismos”. Así resume Claudio Corbillón, entrenador del San Tirso, la polivalencia que demuestra cada fin de semana de su plantilla. El reducido número de futbolistas en el plantel y las lesiones y sanciones han obligado al técnico y a sus pupilos a reinventarse cada fin de semana para poder conformar un once competitivo.
Casi ningún futbolista verde se libra. La mayoría ya ha actuado en al menos dos demarcaciones desde el inicio de liga.
En primer lugar, en la línea defensiva solo el veterano central César se ha limitado a jugar en una única posición. No obstante, la tónica general es que los zagueros puedan ejercer como laterales y como centrales. Es el caso de Miguel, Guille o Taín. Además, Dani Bacariza puede ocupar los dos laterales y Borja Santiso cualquiera de las posiciones del carril izquierdo.
La habituales integrantes de la sala de máquinas tampoco están exentos de movimientos. El caso más exagerado es el de Óscar Varela, que ya ha catado hasta seis demarcaciones diferentes: lateral y extremo en cualquiera de las dos bandas, mediapunta y mediocentro. En cambio, Máquez todavía no ha actuado en otro puesto que no haya sido el de pivote. Por otro lado, Asty ha jugado en la medular y de central.
Ataque móvil
En la parcela ofensiva también hay mucho movimiento. Xian y Manu Ramos destacan en este apartado. El primero ya sabe lo que es jugar como delantero, mediapunta, extremo en cualquier banda y también como mediocentro. Por su parte, Manu Ramos también se ha movido en las cuatro posiciones de ataque y, además, en el lateral derecho. Por último, Loure ha jugado en todo el frente ofensivo; Álvaro Rey y Álex Carballo, como puntas o extremos; y Dani Xelo, solo como ‘9’.
