Con cara de sueño, pero muy entero, Manu Sánchez compareció en la sala de prensa de Abegondo para evaluar el partido del Deportivo Abanca en el partido de cuartos de final de la Copa de la Reina ante el Barcelona (1-0). El entrenador blanquiazul mostró su orgullo porque el plan salió como lo habían previsto desde el cuerpo técnico gracias al trabajo de las futbolistas, pero reconoció que la eliminación en el último minuto fue un palo duro.
1. El insomnio de un deportivista
“No suelo dormir mucho después de los partidos. Además tenía Barça TV en el hotel y vi el partido a las dos de la mañana. Fue difícil de digerir por cómo sucede y por el trabajo que habían hecho las chicas. Creo que se merecían el premio de los penaltis. Fue un día duro al que le daremos más importancia y más valor”, reconoció Sánchez.
2. Sin consuelo tras aguantar 120 minutos
El técnico coruñés reconoció que “consuelo no hay ninguno” después de aguantar ante un equipo como el Barcelona 120 minutos y encajar el gol de la derrota en el último suspiro: “Nos queda esa sensación de orgullo de hacer algo que no ha hecho nadie, pero con el regusto de esos quince segundos que faltaban siempre es un palo duro”, añadió.
Nos queda esa sensación de orgullo de hacer lo que no ha hecho nadie
3.Satisfacción por el trabajo bien hecho
Manu desveló cuál era el plan de partido y se mostró satisfecho porque salió tal y como lo había planeado: “Como técnico, diseñas un plan y todo lo que les dijimos salió a la perfección. La base no era encerrarse atrás, era anular el juego interior del Barça, las segundas jugadas, las transiciones... No sé si alguna jugadora de esta liga le ha robado tantos balones a Hansen como Nuria”, detalló el preparador.
“Podría decir que, como entrenador, el día de ayer (por el miércoles) es de lo más reconfortante que he vivido. Primero, por el trabajo de las chicas. Luego, el momento estelar de ir a saludar a la gente del Depor que estaba en el estadio y que ovacionó al equipo”, agregó.
4. El reconocimiento como bálsamo
Unos 25 aficionados de las peñas afincadas en Barcelona animaron sin cesar al equipo coruñés, un apoyo balsámico. “Juntas fueron a saludar a las peñas de Barcelona y tratamos de animarlas dentro de lo que se podía porque era un momento duro”, recuerda Manu, que entiende la recuperación anímica tras un partido de estas características como una cuestión colectiva: “Cada una intenta escaparse de la situación, pero les dije que luchábamos como equipo y lloramos como equipo”.
“Siempre he dicho que el mayor reconocimiento es el de los técnicos y las jugadoras del rival o de otros equipos. Y el reconocimiento fue masivo. Es el bálsamo del dolor que sentíamos”, desveló.
Perder tiempo sería traicionar nuestro espíritu: competir con fútbol
5. La ausencia de Peke, una decisión técnica
¿Peke fue suplente por un arranque de entrenador o porque llegó con molestias al partido? Sánchez resolvió la duda sin contemplaciones: “Ya teníamos la decisión más o menos clara. El cambio de sistema, del rombo al pentágono, provocaba que tendríamos muchos metros cada vez que recuperábamos hasta el área. Pensábamos que nos venía mejor Athenea y había que sacrificar el buen momento de Peke en pro del equipo. Me gustaría felicitarla por su comportamiento”, desveló.
6. Renuncia a las pérdidas de tiempo
Sorprendió el equipo coruñés por su carácter deportivo, casi naíf, sin pérdidas de tiempo –salvo Sullastres, que recibió una amarilla por retrasar un saque de puerta– ni lesiones simuladas: “Siempre me preocupó mucho la importancia del escudo, es un valor añadido. Pedirles a las jugadoras ese tipo de artimañas (perder tiempo, lesiones...) sería traicionar nuestro espíritu: competir con fútbol”, zanjó.
