El Bergantiños ha sido superior y mejor que el Covadonga. Carbayones, cuartos de Asturias, y ‘carballones’, segundos de Galicia, son equipos antagónicos, no se parecen en prácticamente nada: ni en el sistema, ni en la propuesta, ni en el perfil de futbolistas por línea. Jorge Sáez hizo el 0-1 con un golazo de volea en el ecuador de la primera parte y Ekedi encarriló aún más la eliminatoria en el segundo tiempo con un remate de cabeza.
Antagónicos porque el Bergan apostó por su versión más seria y responsable; y el Covadonga, que empujó (sin generar situaciones de gol) en los inicios de cada parte, cometió bastantes errores en la salida de balón sobre los laterales y, sobre todo, en la defensa de las acciones a balón parado.
El 0-1 fue el ejemplo perfecto de la idea de juego del Bergantiños en la primera mitad. Consciente del potencial en el juego aéreo de sus futbolistas, Miguel Figueira no permitió ningún experimento en saques de banda o de esquina. Todos los balones fueron al área. En el minuto 26, un córner ejecutado por Aarón desde el perfil derecho fue desviado por el portero local con el puño derecho. Antes de que cayese la pelota a la altura del borde del área, Sáez ganó la disputa aérea, Borja Facal prolongó en dirección a la portería y José Luis despejó hacia donde se encontraba Jorge. El ‘10’ del Bergan no volvió a darle de cabeza. Le dio con la varita mágica y mandó el balón a la escuadra. Golazo. Marcar fuera era uno de los objetivos del equipo carballés en la ida y lo había conseguido antes de la media hora de juego.
Antes del 0-1, Sáez (min.8) había lanzado desviando un trallazo desde fuera del área y Ekedi (min.20) no había encontrado puerta en un disparo a la media vuelta tras un saque de banda de Aarón.
Entre la ocasión de Ekedi y el gol, Miguel decidió modificar el dibujo táctico, probablemente para presionar con más efectivos y mejor en zonas interiores a los centrocampistas del Covadonga. Deshizo el 1-5-4-1 inicial con Borja y Aarón en los laterales, Toni, Agulló y Marcos como centrales, Baleato y Diego en el doble pivote, Cano y Sáez por fuera y Ekedi en punta y lo convirtió, con los mismos futbolistas, en un 1-4-3-3 adelantando Toni su posición a la de pivote defensivo, entre los centrales y los otros dos mediocentros.
El tramo final del primer tiempo fue de dominio absoluto del Bergantiños. No permitió que el Covadonga se acercase al área de Cristopher y continuó pisando campo contrario combinando a la perfección seriedad, seguridad y ambición. Cano tuvo la última ocasión de la primera parte al realizar su jugada favorita –conducción de izquierda hacia dentro–, pero el remate final, ya dentro del área, golpeó en un defensa y la pelota salió por la línea de fondo. El 0-1, tan justo como positivo.
Como sucedió en el primer período, el Covadonga salió con energía y convicción y merodeó el área del Bergantiños, pero la seguridad de toda la línea defensiva carballesa alivió el trabajo que podría llegar a tener Cristopher. Los extremos locales no superaron en ninguna ocasión a Borja ni a Aarón y la pareja de centrales no pudo ser más contundente: Agulló, el gran fichaje de final de temporada, lo ganó absolutamente todo en el juego aéreo y Marcos, el rey de la contundencia que no titubea si tiene que descoser el cuero, no cometió un solo error.
Con ventaja en el partido y, sobre todo, en la eliminatoria (el 0-1 era un resultado espectacular)–, el Bergan alternó la presión alta que dificultó la salida del Covadonga con el repliegue invitando al rival a adelantar líneas y a dejar un espacio importante a su espalda. Con Sáez, Ekedi y Cano como jugadores más avanzados, al cuadro carballés le faltaba verticalidad para sacar verdadero provecho de sus contraataques, pero Cano es un futbolista potente que, cuando se pone, es más que decisivo en Tercera. Corrió en diagonal de izquierda a derecha y puso un centro perfecto que Ekedi, en boca de gol, cabeceó a la red (0-2).
Cano y Ekedi, que pudo hacer el 0-3 en la mejor jugada del partido, fueron los dos primeros cambios en el Bergan. Entraron Cañi, que dio ese pase de ‘gol’ a Ekedi y Diéguez, que provocó un penalti en el 90. Agulló, al que le anularon un gol de cabeza, lanzó al palo.
