La iniciativa, que llevaba por título ‘El juego de uno y como influye en el juego colectivo’, estaba basada en el libro ‘El fútbol sala desde los fundamentos: el juego de uno’, escrito por el propio técnico y que cuenta con la colaboración de reputados entrenadores nacionales como Santi Valladares o José Antonio Valle.
dxt campeón aprovechó la presencia del preparador compostelano en la capital herculina para hablar con él.
¿Cómo surgió llevar a cabo esta charla formativa?
Tengo una muy buena relación con la gente del 5 Coruña desde hace bastantes años. Sergi Blanco contactó conmigo para valorar la opción de realizar una formación durante las pasadas navidades, aprovechando que pasaba las vacaciones en casa, y a partir de ahí sólo hubo que buscar una fecha. Es algo que hago de forma muy habitual y que ofertamos a clubes y asociaciones y cuando de por medio hay amigos es todavía mucho más sencillo.
El tema a tratar en la charla ha sido la formación, aspecto sobre el que está enfocado tu libro ‘El fútbol sala desde los fundamentos: el juego de uno’. ¿Qué respuesta ha tenido la publicación?
Da un poco de vértigo ya que la verdad es que nunca me habría imaginado la aceptación que ha tenido, pues prácticamente se ha acabado la segunda edición en poco más de medio año. Por ello, me siento muy agradecido y puede que está gran demanda se deba a la necesidad que cómo deporte tenemos de bibliografía.
¿Cómo has sido la charla? ¿Es complementaria a lo que escribes en el libro?
En cuanto a la iniciativa en realidad es una formación sobre la influencia de lo que nosotros llamamos ‘juego de uno’ dentro del contexto colectivo del juego, es decir, de como las acciones técnico-tácticas individuales de cada jugador/a, los pequeños detalles individuales, influyen y hacen que cada acción sea muy diferente de lo que parece en la pizarra. Es la misma temática que tratamos en el libro y lógicamente utilizamos este tipo de charlas en la promoción del mismo, pero la realidad es que es una formación independiente. No se trata de vender nada sino de hablar de fútbol sala y que nos sirva para compartir conocimientos y crecer todos, aportar.
Actualmente entrenas en el AD Alcorcón FSF. ¿Cómo está siendo la experiencia?
Muy gratificante. Es verdad que a nivel de resultados, como casi siempre, nos gustaría estar un poco más arriba (el equipo es noveno en la tabla), pero ya sabíamos que el proyecto implicaba un cambio de ciclo y estamos inmersos al 100% en él. La intención es trabajar a largo plazo y con el objetivo de pelear al máximo este año por entrar en la Copa y comenzar a construir.
¿Y a nivel personal?
La oportunidad que se me ha brindado de poder trabajar al máximo nivel en un club grande y con un proyecto muy bonito es enriquecedora. También es verdad que toca pagar el peaje de conocer la categoría y ello siempre dificulta el cambio. Sin embargo, las dificultades son oportunidades que sirven a uno para crecer y en esas estamos trabajando. En este sentido, la experiencia es parecida a cuando fui a Torrejón y no conocía nada del grupo cuarto de la Segunda División B.
Soy joven y volveré a entrenar en casa, algún día, pero a día de hoy es complicado
¿Te ves entrenando otra vez en Galicia en el futuro?
Por supuesto, claro que sí. A día de hoy es complicado tanto por circunstancias familiares y porque alrededor del fútbol sala hemos creado muchos proyectos y todos están en Madrid. Pero es evidente que esto es muy largo, yo soy joven y volveré a entrenar en casa algún día, eso seguro. Creo que el fútbol sala gallego es un referente a nivel nacional y uno, cuanto más ve lo que hay fuera, más valora lo que se hace aquí.
Has dirigido en base, senior masculino y ahora lo haces en senior femenino. ¿Con cuál de los tres te quedas?
Me quedo con el fútbol sala. A los que nos gusta entrenar lo que nos gusta es entrenar y se disfruta todo. El año pasado me tocó estar dos meses sin 40x20 y es en esos momentos en los que valoras el tener equipo y rutina de pabellón. La base me apasiona, me encanta trabajar con los formadores, con entrenadores que trabajan con la base y que ello sea parte de mi día a día, pero sí que es verdad que el gusanillo del rendimiento necesito quitármelo con un equipo. En ese sentido me gusta la mezcla que tengo ahora, coordinando junto con José Antonio Valle nuestra escuela de Vamar y entrenando un equipo. En cuanto a masculino o femenino es algo que ya lo he hablado muchas veces y al final es fútbol sala y dentro del 40x20 se trata de sacar el máximo rendimiento a l@s jugador@s. Poco importa si son chicos o chicas.
Hablas de la Escuela de Fútbol Sala Vamar, fundada en el año 2017 en la localidad madrileña de Valdemoro, lo que a tu función de entrenador se une la de formador. ¿Qué te aporta esta faceta?
En Santiago siempre se ha apostado por compartir información y por la formación como vía de crecimiento para los entrenadores. En ese sentido, desde que me fui a Madrid, esta parte es un poco la otra pata del banco. En la EFS Vamar, el proyecto que comparto con Valle, tenemos una escuela de iniciación con casi noventa niñ@s y realizamos muchos eventos a nivel formativo. Anualmente organizamos un clínic en verano que ya es referente dentro del panorama nacional y en el mismo reunimos a ciento veinte entrenadores el año pasado. Asimismo, ofertamos y salimos habitualmente a realizar formaciones por diversos puntos de España y el extranjero, esta semana iniciamos la primera edición del Curso Universitario de Entrenamiento en Alto Rendimiento en Fútbol Sala, que está organizado en colaboración con la Universidad de Burgos. Éste proyecto es nuestra actividad estrella de este año y el acuerdo que alcanzamos con dicha universidad, el conseguir que el fútbol sala se instaure dentro de una institución de este calibre, es un paso fundamental para nuestro deporte. Además, hemos conseguido que los mejores entrenadores del mundo formen parte del claustro de profesores y la aceptación está siendo increíble.
Pese a la crisis, la base permitió que el fútbol sala gallego se mantuviese consistente
Tú que estás dentro del mundillo, ¿crees que la crisis que hemos sufrido en los últimos años ha sido tan perjudicial para al fútbol sala gallego como parece desde fuera?
Por supuesto, claro que la crisis afectó. No obstante, quizás la cantidad de base existente permitió que el fútbol sala en nuestra comunidad se mantuviese consistente. A pesar de que debemos mejorar mucho, tengo claro que se nos respeta mucho desde el resto del país.
¿Cómo ves el panorama actual y a medio plazo del fútbol sala en Galicia?
Como te comentaba, el fútbol sala gallego es referente a nivel nacional en muchos aspectos. Es verdad que las canteras que en su día crearon en cuanto a entrenadores, sobre todo el Lobelle (antigua denominación del actual Santiago Futsal) y el Prone Lugo, son cuna de muchos de los que estamos desperdigados por el mundo y casi podríamos hablar de una escuela en cuanto a modelos de trabajo. Los Pulpis, Diego (Ríos), Mon (Barreiro), (Jorge) Basanta, Morenín, Santi (Valladares), Bruno García, etc... El Santiago Futsal continúa trabajando bajo este modelo y probablemente ello es lo que lo mantiene ahí a pesar de las adversidades que sufre. Si bien hemos perdido potencial económico en cuanto a equipos referentes masculinos, creo que O Parrulo sigue creciendo poco a poco y el Burela sigue con un potencial enorme y está a las puertas de Primera. Noia y Santiago, por su parte, se mantienen en LNFS. En femenino, hoy por hoy, hay cuatro equipos en la máxima categoría y muchas jugadoras militan en la Primera División. Mientras, en las categorías inferiores las selecciones de chicos y chicas siempre se clasifican para las fases finales.
A Coruña es una ciudad de fútbol sala y necesita proyectos importantes
Has colaborado en esta iniciativa con la Academia Red Blue 5 Coruña. ¿Qué nos dices de la labor que realiza este club por el fútbol sala?
Históricamente creo que A Coruña es una ciudad de fútbol sala y necesita proyectos importantes. Pienso que el 5 Coruña va en esa línea ya que trata de crecer desde abajo, sin prisa, pero asentando la base desde hace años. En mis últimos años en Santiago compartíamos mucha información y, en gran medida, la forma de entender el deporte. Se trata de un proyecto de formación y de fútbol sala, asentado, con gente formada y que quiere crecer. De esos, por desgracia, creo nos hacen falta muchos.
