La Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) denunció que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) obliga a los árbitros de la Primera y la Segunda División a actuar “como comisarios políticos” y extralimitarse en sus funciones para sancionar económicamente a sus clubes asociados.
En un comunicado remitido hoy jueves, la LNFS afirmó que “desde la RFEF prosigue la campaña de persecución y hostigamiento obscena contra LNFS, y el presidente de la Comisión Técnica Nacional de Árbitros de Fútbol Sala, Pedro Galán, es una pieza clave”, al obligar a los colegiados a reflejar en las actas la presencia de pancartas de aficionados con su logo para imponer sanciones a los clubes.
La LNFS consideró que esta actitud “cuestiona directamente la libertad de expresión de los aficionados en los pabellones” y, tras reiterar “su más firme defensa del colectivo arbitral”, instó a todos los colegiados a no prestarse “a esta utilización torticera que les desprestigia, a pesar de que dicha negativa pueda repercutir en la asignación de partidos y en la promoción interna a nivel arbitral”.
“Las sanciones que está imponiendo la RFEF a clubes de la Primera y la Segunda División, que publicitan en sus pistas de juego cualquier signo distintivo de la LNFS, atentan contra el derecho al patrimonio a las personas jurídicas y están privando a los asociados de cumplir con importantes acuerdos comerciales, legalmente suscritos con entidades que cumplen el reglamento jurídico, con el consiguiente menoscabo financiero en una delicada coyuntura económica”, añadió.
La LNFS citó como ejemplo las actas de los partidos de la Primera División entre el Valdepeñas y ElPozo Murcia (jornada décimo octava) y el Antequera y el Levante (jornada décimo tercera), que reflejaron la presencia de una pancarta en el graderío con el anagrama con sus siglas y del mensaje “Sigue la LNFS a través de LaLigaSportsTV” en las vallas electrónica, junto a la entrega de un trofeo a un jugador ante un soporte con sus siglas.
El organismo presidido por Javier Lozano lamentó en el escrito que “no se invierta en la mejora de las condiciones arbitrales demorando de manera incomprensible la instalación del sistema de video arbitraje” y que la competición, que en la actualidad está bajo la organización de la RFEF, esté “sufriendo serios contratiempos organizativos que merman notablemente su credibilidad y visibilidad” frente a su trabajo “para convertir al fútbol sala en un deporte profesional”.