Michel Platini no necesita presentación. Un jugador histórico que protagonizó muchos de los momentos más importantes de la historia de la 'Juve' y, por supuesto, de Francia, a la que clasificó, entre otros muchos logros, a la final de la EURO 1984 con un agónico gol ante Portugal que se mantiene en el imaginario colectivo de las Eurocopas como uno de los momentos claves del torneo.
La semifinal de Francia y Portugal del 23 de junio de 1984 es de esos partidos míticos cuyos resúmenes no dejan de tener visitas en los canales de YouTube, en las redes en general. Porque lo que vivieron padres y abuelos con Platini es algo que quieren compartir con hijos y nietos.
Y en concreto ese gol, cuando parecía que el partido se iba a los penaltis, es legendario. Platini con los brazos abiertos celebrando, corriendo hacia el banquillo mientras era derribado por sus compañeros. Fue casi como si lo hubiera metido en una final. Como para los portugueses el de Eder a Francia en 2016. Como para los españoles el de Marcelino Martínez en 1964. Como para los checos el de Antonin Panenka en 1976.
Pero antes de llegar al gol de Platini hubo otros cuatro goles en unas semifinales de infarto. Se adelantó Francia con el gol de Jean Francois Domergue en el 24 de falta directa. Y empató Jordao en el 74 con un testarazo a la escuadra.
Se cumplieron los 90 minutos reglamentarios tras una intensa batalla y hubo que adentrarse en la prórroga. En este caso fue Portugal la que golpeó primero y se sintió ganadora. Una volea de Jordao en el 98, otro golazo, alzó al cielo a Portugal, que no sabía lo que le esperaba.
Porque a falta de apenas 12 minutos para el final se esfumó una final de entre sus manos. Primero con el empate de Domergue en el 114, en lo que pareció un pique personal entre los dos goleadores del momento Cazó un rechace dentro del área.
Y luego con el definitivo de Platini en el 119. No podía ser otro. Jugador con estrella, de esos a los que sonreía siempre el destino. Centro raso de Jean Tigana que cayó manso en los pies del astro francés. El Velodrome de Marsella esperaba la definición de su genio. Controló, esperó a ver el hueco y disparó para sellar el pase a una final que Francia ganó ante España, de nuevo, con otro gol de Platini, el héroe habitual de Francia en 1984 que terminó con nueve goles.