El entrenador de la selección francesa, Didier Deschamps, cree que hubo "hechos y actitudes inaceptables" en las celebraciones argentinas por la victoria en la final del Mundial de Qatar.
"Enhorabuena a ellos, son campeones del mundo. Pero hubo hechos y actitudes inaceptables. No tengo ningún problema con que saltaran y se alegrasen, pero la noción de respeto no existió", sostuvo Deschamps en una entrevista con el diario Le Figaro publicada anoche.
Según el técnico francés, "nadie se merece eso", y menos aún el delantero estrella francés Kylian Mbappé, y aunque "después hubo disculpas", "algunas situaciones fueron demasiado lejos".
Deschamps hizo un balance de la actuación francesa en la cita mundialista y, a pesar de la derrota en el partido final decisivo, se mostró satisfecho con el torneo que hicieron "les Bleus".
"Aunque sepa lo que hemos perdido, así son las cosas. Hay que aceptarlo. He vuelto a ver esa final varias veces... El escenario, la carga emocional, el contexto in situ con la ausencia de jugadores muy importantes... Pero me gustó la imagen del equipo francés", explicó.
"Con mi cuerpo técnico, enseguida sentimos que este grupo tenía una fuerza real, a pesar del contexto mediático negativo y de la maldición que rodeaba a los vigentes campeones del mundo. A pesar de las lesiones, siempre tuve confianza en mi grupo", agregó.
Consultado sobre qué fue lo que le faltó a los galos para ser superiores, Deschamps consideró que "no mucho", pero que fue lo "suficiente para no levantar el trofeo".
El seleccionador también se refirió al delantero madridista Karim Benzema, ausente en Qatar por una lesión, y aseguró que son falsos los rumores de crispación en su relación.
"Karim admitió que no estaba listo (para jugar la final). Sé lo que representa Karim, sus cualidades, pero tengo un grupo que va a llegar a la final, ¿y tenía que convocar a alguien sin saber su estado físico? No podría haberlo hecho. He hablado con él", expresó Deschamps.
También desmintió una mala relación con Zinedine Zidane a pesar que de la polémica que surgió en los días del anuncio de su renovación como técnico francés hasta 2026.
En ese sentido, aseguró: "Que quiera ser seleccionador no me molesta. Se ha establecido una rivalidad deportiva entre nosotros: él no tiene nada que ver y yo tampoco. No le considero un rival. Nos conocemos, hay respeto entre nosotros".