El presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño, recibió este sábado la medalla de oro de la Federación Gallega de Fútbol (FGF) por su “decidida apuesta” por el trabajo de cantera y por la “gran inversión” realizada en infraestructuras deportivas.
Arropado por todos los integrantes de su consejo de administración, así como por el director general, Antonio Chaves, y la directora financiera, María José Herbón, Mouriño no ocultó su emoción por recibir la más alta condecoración federativa el año que el Celta celebra su Centenario.
“Nada sería posible sin todas esas personas que no salen en las fotos pero hacen un trabajo extraordinario con la base, en los primeros pasos de los niños jugando al fútbol. El fútbol profesional no sería nada sin todos vosotros que apostáis por la cantera”, declaró el máximo accionista del club vigués durante su discurso.
Mouriño recordó las críticas que recibió de una parte del celtismo “por no fichar a un gran jugador en vez de cambiar el césped de los campos de A Madroa para que el fútbol base del Celta creciera”, una apuesta que ha terminado dando su fruto con la llegada de varios canteranos al primer equipo.
“Ese era mi sueño”, puntualizó un emocionado Carlos Mouriño, aplaudido por los dirigentes de los principales clubes del fútbol gallego –Deportivo de la Coruña, CD Lugo, Racing Ferrol, Pontevedra, entre otros-, presentes en el auditorio del Palacio dos Congresos de Santiago de Compostela.
