El Bernabéu elige al campeón de la final más esperada
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El Bernabéu elige al campeón de la final más esperada

El Bernabéu elige al campeón de la final más esperada
-FOTODELDIA- GRAF3704. MADRID, 08/12/2018.- Aficionados del River Plate abarrotan la Puerta del Sol de Madrid, un día antes de la final de la Copa Libertadores que el equipo disputará mañana frente al Boca Juniors en el estadio Santia

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Cuatro semanas después del partido de ida y medio mes más tarde de lo previsto, River y Boca decidirán hoy sobre el césped del Santiago Bernabéu –“si nada lo impide”–, quién es el rey de Sudamérica, quién conquista la Copa Libertadores más polémica y, quizá, también la más popular de la historia.

Un diluvio, un ataque al autobús de Boca, sucesivos aplazamientos y, finalmente, la sorprendente decisión de trasladar la definición del título a Madrid. Cuando hace un mes, el músico Andrés Calamaro aseguró a Efe que esta final era “tan importante como el hundimiento del Titanic”, pocos imaginaban que se iba a acercar tanto a la realidad.

Porque lo que comenzó como la “final del siglo”, por el choque entre los dos grandes buques argentinos, fue derivando a “la final más larga del mundo”, parafraseando el cuento de Oswaldo Soriano fue “la Copa Conquistadores”, al ser trasladada a Madrid, o “la final de la vergüenza”, por la decisión de sacarla del continente.

Nadie ha quedado indiferente ante esta final que prometía emociones fuertes y ha superado todas las expectativas. Desde presidentes de gobierno a artistas, las máximas instancias del fútbol, exjugadores o técnicos, todos airearon su opinión.

Un estruendo que no atenuó, siquiera, el desplazamiento a Madrid, puesto que River siente que le “robaron la localía”, al no permitirle jugar en su estadio repleto de sus aficionados, y Boca aún reclama ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo que le den por perdido el partido a su rival, por unos hechos que considera similares a los que le costaron a él la eliminación en 2015.

Y, con tanto ruido, pocos recuerdan que la ida deparó un gran espectáculo futbolístico, un magnífico intercambio  y con todo por resolver (2-2). River fue más equipo y llevó la iniciativa, pero Boca demostró un enorme poder ofensivo que le permitió adelantarse en dos ocasiones.

Ahora, Marcelo Gallardo, técnico de River, espera sacar ventaja del exaltado estado anímico de los suyos, que se sienten perjudicados. “Nos dañaron el espíritu, pero eso nos hará más fuertes”, dijo tras el último partido de la Liga argentina.

El Muñeco recupera respecto a la ida a Leo Ponzio, un valor seguro en el centro del campo, pero tiene problemas en el ataque, donde no podrá alinear por sanción al colombiano Rafael Santos Borré –autor de dos goles el domingo contra Gimnasia– y prácticamente ha descartado a Ignacio Scoco, que parece que no llegará a tiempo tras sufrir un desgarro en el gemelo derecho.

River sabe que su baza se jugará en el centro del campo. Allí acumula el talento de Exequiel Palacios, quien pasa examen en el que puede ser su estadio dentro de poco, y la llegada al área rival de Gonzalo ‘Pity’ Martínez.

El ataque para Boca, mientras, no parece un problema. El aplazamiento de la final le ha servido para recuperar a Cristian Pavón, lesionado en la ida, y el técnico Guillermo Barros Schelotto cuenta con suficientes variantes para sorprender al rival.Con el colombiano Wanchope Ábila en estado de gracia (14 goles), Darío Benedetto se ha convertido en el factor sorpresa desde las semifinales (4 goles).

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