Athletic Club y Real Sociedad encaran la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey con un gol de ventaja ante Granada y Mirandés, que dispondrán del factor campo para revertir el marcador y alcanzar el sueño de disputar la final del estadio sevillano de La Cartuja.
El equipo bilbaíno visitará el jueves el nuevo Los Cármenes con un 1-0 y el donostiarra acudirá el mañana a Anduva con un 2-1. De partida el resultado es mejor para los de Gaizka Garitano al no haber encajado tanto alguno en San Mamés.
El solitario gol de Iker Muniain en la ida obliga al Granada a vencer por dos tantos para estar en la segunda final de su historia después de la que disputó en 1959 y perdió contra el Barcelona (4-1).
El equipo de Diego Martínez ha convertido su campo esta temporada en uno de los más difíciles de Primera. Ahí ha caído, por ejemplo, el Barcelona. No pierde como local desde el 14 de diciembre, cuando se llevó los puntos el Levante con un postrero tanto del macedonio Enis Bardhi (1-2). Desde entonces ha ganado cuatro partidos y ha empatado uno, el último, ante el Celta (0-0).
El Athletic, segundo club más laureado de la historia en el torneo del KO, enfoca el partido con la moral renovada después de poner fin a una racha de diez encuentros sin ganar en la Liga al imponerse por 1-0 al Villarreal gracias a un tanto de penalti.
Camino tortuoso
El conjunto de Garitano, que como la mayoría ha tenido una tortuosa andadura en la Copa del Rey, tiene depositadas muchas ilusiones en esta competición. Volvería a una final cinco años después y además no se encontraría con el Barcelona, que le ha arrebatado la gloria en sus tres últimas presencias. Equipo y afición ven una oportunidad para lograr un título que no consiguen desde 1984.
Diego Martínez efectuó numerosos cambios en el once inicial ante el Celta, y Gaizka Garitano también reservó a algunos de los titulares, entre ellos Iñaki Williams, aunque varios de los habituales acabaron el choque contra el Villarreal muy desgastados.
En el bando andaluz no podrá jugar por sanción el delantero Roberto Soldado y en el vasco el centrocampista Dani García tampoco por el mismo motivo, ausencias ambas muy significativas.
El primer finalista saldrá el miércoles de Anduva, el campo en el que el Mirandés ha vuelto a construir un auténtico fortín, como en 2012, donde tan solo el Athletic frenó, en semifinales, al cuadro que dirigía Carlos Pouso, Esta campaña han claudicado ante los hombres de Andoni Iraola equipos como Celta, Sevilla y Villarreal.
Y es que el equipo de Iraola ha encandilado a todo el mundo. Ha vuelto a crear una historia de gestas. Lo ha hecho con fútbol atrevido y atractivo a la vez que eficaz en ataque y sobrio en defensa.
Herederos
Los Pablo Infante, Caneda, Martins y compañía ya tienen herederos en los Merquelanz, Matheus, Álvaro Rey y todos los compañeros que incluso en la ida, en el Reale Arena, llegaron a ‘asustar’ a los de Imanol Alguacil.
El brasileño Matheus, estilete de Iraola en la Copa del Rey, llegó a empatar tras el tanto inicial de Mikel Oyarzabal de penalti. Tan solo la aparición estelar del noruego Martin Odegaard antes del descanso, casi la única que le concedieron, pudo con la resistencia del cuadro burgalés.
Ese tanto de Matheus puede valer oro. Un gol le bastaría al modesto conjunto de Miranda de Ebro para alcanzar la primera final de su historia. La Real Sociedad, en plena lucha por acceder a la Liga de Campeones tras encadenar tres victorias seguidas, no puede fiarse lo más mínimo.
Las derrotas de los demás equipos de Primera y el propio partido de ida así lo confirman. Anduva es Anduva. Solamente el Cádiz, allá por el 24 de agosto, ha conseguido ganar. Prueba exigente para el equipo donostiarra, que ganó su segundo título copero en 1987 y que no alcanza una final desde 1988.
