(Transcripción de Israel Zautúa)
El Dépor es el que te mueve en la vida, el que te hace toda la semana estar pendiente de las noticias, ver lo que pasa. Es una fuente de energía para mí.
Nací en Touro y veraneo allí, pero vivo en Vitoria desde los 14 años. A mis padres no les gustaba el fútbol, pero a mis hermanos y a la gente de la aldea siempre nos ha gustado mucho y los veranos nos juntábamos en una carballeira a jugar al fútbol, porque en cada casa había diez o doce hijos. Ahí empezó todo y luego seguimos al Dépor.
Tengo mujer y dos hijas. La mujer es de aquí y es del Athletic y las hijas, al 50%. No son futboleras, pero sí me acompañan, sobre todo a Riazor, cuando vamos en vacaciones y coincide un partido de Liga.
Soy blanquiazul desde niño. En aquella época, el equipo estaba en Segunda División y lo seguíamos por la radio. Era cuando estaban de entrenadores Naya, Rodríguez Vaz o Eusebio Ríos, padre de Roberto Ríos, el que fue central del Athletic y del Betis.
No recuerdo cuál fue el primer partido que vi en Riazor, pero sí que era de Segunda División y que Traba marcó un gol. La delantera era Pancho García, Traba y Alfonso Castro. Aquella delantera del Dépor fue terrible, mítica. Luego estaba Vicente, que marcó el gol al Racing, el ‘flaco’ Gil...
Cuando hablamos de los mejores futbolistas del Deportivo, siempre recordamos a los que jugaron en la era dorada, los que ganaron títulos, pero a mí me marcaron mucho Traba, Castro o el difunto José Luis, que también era un grandísimo jugador. Fueron mis ídolos. Luego, de los modernos me quedo con Valerón y Fran, que es de la casa.
Cuando el Dépor-Valencia del penalti de Djukic, viajamos desde Vitoria con mis hermanos y mi cuñado. Toda la noche viajando en tren. Fuimos sin entrada, porque no quedaban, pero conseguimos entrar al campo como si fuéramos técnicos de la Televisión de Galicia. Entramos dos horas antes del partido y nos tocó estar escondiéndonos en los baños para que no nos echaran. Igual fue el partido que más me ha marcado porque fue durísimo perder una liga por el golaveraje. Las primas a terceros hicieron lo suyo.
El del playoff con el Albacete de hace tres años también fue jodido. En casa, el campo lleno, todo a favor... y en siete minutos la fastidiamos. Mucho antes, en 1983, hubo un Dépor-Rayo Vallecano en el que nos valía el empate para subir a Primera y perdimos 1-2, con goles de un tal Pozo y Emiliano. El de Mallorca, de 2019, también fue terrible, que volvimos a perder un ascenso que teníamos en la mano.
Pero también saboreamos grandes alegrías, los títulos, el partido contra el Murcia, cuando se quemó la grada y ascendimos a Primera, después de tantos años... Pero, sobre todo, las exhibiciones en Mánchester y Múnich y el Centenariazo, que también fue una exhibición. Tanto Madrid y tanto Barcelona y fuimos el primer equipo español en ganar en Múnich. También le ganamos al Arsenal allí, al PSG... Los años de la Champions fueron terribles, como aquel 4-0 al Milan. Un recuerdo amargo fue contra el Oporto, cuando perdimos la posibilidad de jugar la final de Champions.
Lendoiro fue el mejor presidente, está claro. Para mí, Tino no lo hizo mal. Lo de Jimmy le trajo problemas, pero como gestión, lo hizo bien. Cogió al equipo en un momento muy jodido y poco a poco lo fue saneando.
No hemos tenido mucha suerte con los entrenadores, normalmente el club no ha acertado. El mejor ha sido Arsenio, pero llevamos diez años que no acertamos con un técnico en condiciones. Si fichamos hasta a Seedorf, manda narices. A ver qué tal sale el de esta temporada porque el club debe tener más ambición a nivel deportivo, porque la afición es fiel, apoya y nunca abandona al equipo. No puede ser lo de este año, que el club dé la permanencia como objetivo cumplido. Nosotros somos el Deportivo, no un Celta o uno que viene de abajo y le vale con mantenerse.
Una cosa que echo en falta y que me encantaría es que tuviéramos un himno en gallego que todo el mundo cantara cuando el equipo salta al campo. Un himno que acojone al rival nada más salir.