Levante y Racing de Santander, segundo y tercer clasificado de Segunda División, han demostrado que al Dépor, en su retorno al fútbol profesional, aún le falta algo para poder competir con los equipos potentes de la categoría de plata. Levantinos y cántabros son los únicos conjuntos que han hecho morder el polvo al cuadro coruñés en los dos enfrentamientos que han protagonizado esta temporada. Además, ambas escuadras se mostraron muy superiores a los blanquiazules tanto en Riazor como en sus respectivos estadios. Dos bloques que se mostraron intratables para los deportivistas.
En la undécima jornada la escuadra coruñesa, todavía dirigida por Imanol Idiakez, protagonizó su peor encuentro del curso hasta ese momento. Los blanquiazules visitaron el Ciutat de València, donde se toparon con un Levante que les superó de principio a fin.
El equipo que entrena Julián Calero le puso una marcha más al duelo desde el pitido inicial y se aprovechó de un Dépor desordenado y embarullado que no tuvo las ideas claras en ningún momento. No sabía si jugar a tener el balón o a presionar alto. Al final, no hizo ninguna de las dos cosas y fue barrido por los azulgranas, que a los siete minutos ya mandaban en el marcador.
El 1-0 llegó en un córner. Fue el cuarto tanto de la temporada encajado por el Dépor tras un saque de esquina y el quinto en la defensa de una acción de estrategia. Charlie Patiño, que formó en el once por única vez en todo el curso, debido a las bajas de Mfulu y José Ángel, era el encargado de marcar a Iván Romero, el delantero centro rival, pero le perdió la pista. Pablo Vázquez y Dani Barcia llegaron tarde en la ayuda y el atacante levantinista cabeceó sin oposición.
La presión de los azulgranas y su facilidad para recuperar la pelota asfixió a los deportivistas, que, además, sin una referencia arriba —Idiakez ubicó a Lucas en punta en lugar de a Barbero o Bouldini— naufragaron durante el primer tiempo.
El 2-0, también de Iván Romero en el minuto 28, confirmó la superioridad de los levantinos, que mantuvieron su dominio en el juego en la segunda mitad. Helton evitó una goleada mayor y un tanto de Barbero en el 88 maquilló una derrota más merecida de lo que reflejó el marcador.
Una jornada después de caer en el Ciutat de València, el cuadro coruñés recibió al Racing de Santander, que en aquel momento era líder de la competición, con siete puntos de ventaja sobre el trío de perseguidores formado por el Zaragoza, el Granada y el Oviedo. Los cántabros encadenaban cuatro triunfos seguidos y ocho en nueve duelos.
Idiakez, en el que a la postre fue su último partido como técnico blanquiazul, introdujo cuatro cambios en la alineación. Escudero y Cristian Herrera debutaron como titulares, en detrimento de Obrador y Yeremay, respectivamente. Ximo recuperó su habitual puesto en el lateral derecho, después de que Petxa jugara en el Ciutat de València, y Barbero regresó al equipo inicial tras dos duelos como suplente.
El Racing, por su parte, salió con todo, a pesar de que el duelo anterior había tenido lugar entre semana. José Alberto introdujo rotaciones frente al Córdoba y alineó su equipo de gala ante el Dépor.
Ya en los diez primeros minutos, Arana mandó una vaselina por encima de la portería y Michelin estrelló un balón al larguero en un libre directo.
La presión alta de los santanderinos ahogó a un Deportivo que en el minuto 17 se vio desbordado por la velocidad y la precisión de los racinguistas en la circulación. Helton se lució ante un chut de Iñigo Vicente y ahí se acabó la resistencia, ya que un minuto después, Pablo Rodríguez selló el 0-1 y en el 23, Arana marcó el segundo tanto visitante.
En el minuto 60, Yeremay entró al campo, revolucionó el duelo, firmó el 1-2 y dio esperanzas, pero no alcanzó.
Tres días después de que Lucas Pérez abandonara el Deportivo, la escuadra coruñesa recibió en Riazor al Levante, que ocupaba el quinto puesto y enlazaba seis encuentros sin perder, aunque con solo dos victorias. En su pulso anterior al de A Coruña, los azulgranas habían goleado al Granada (3-1), que peleaba por entrar en puestos de playoff.
Óscar Gilsanz repitió el once que una semana antes venció en Burgos (0-1). Sin embargo, frente a los azulgranas no llegó para superar el 1-4-4-2 tejido por Calero. El Levante, con bajas en el equipo, optó por mantenerse bien plantado y ordenado, y el Dépor fue incapaz de desarbolar a los visitantes.
Cuando la escuadra herculina se asomó al balcón del área levantina, faltaron ideas en el último pase y precisión en la definición. De hecho, ahí estuvo una de las claves del encuentro, mientras que el Levante sí mató en los metros finales, el cuadro deportivista no acertó a resolver.
Carlos Álvarez adelantó a los de Calero en el minuto 51, después de que el Dépor hubiera perdonado justo antes en el área contraria. Villares empató en el minuto 82, tras mucho remar, y en el 84 todo se fue al traste, debido a una falta de comunicación entre Pablo Vázquez y Helton que provocó que el balón quedara muerto y lo aprovechara Morales para sellar el 1-2.
El pasado domingo, la escuadra coruñesa visitó El Sardinero con la intención de prolongar su racha sin perder. Nueve partidos sin morder el polvo encadenaban los blanquiazules, que no pudieron añadir el décimo.
Enfrente esperaba un Racing de Santander instalado en la tercera plaza y con la intención de aprovechar la derrota del Levante en Oviedo (1-0) para cazar a los azulgranas, segundos en la tabla.
En esta ocasión, el equipo de José Alberto no deslumbró como en el partido de la primera vuelta en Riazor ni avasalló, como durante la primera media hora del choque disputado seis meses antes. Al equipo cántabro le bastó con ser práctico para hacerse con la victoria frente al Dépor (2-1).
Los errores penalizaron en exceso a los blanquiazules, a pesar de que en los primeros minutos intentaron imponerse a través del balón. Pero a los siete minutos, un córner mal defendido y una mala acción de Helton originaron el 1-0, de Javi Castro, revisado por el VAR. Los santanderinos materializaron el 2-0 justo antes del descanso.
El cuadro coruñés reaccionó a partir de los cambios que introdujo Gilsanz, en el minuto 64. Genreau entró al campo en el 83 y solo un instante después, firmó el 2-1, pero fue expulsado en el 95 y la reacción blanquiazul quedó inconclusa.
Ante el actual líder de la competición, el Elche, el Dépor sí fue capaz de empatar en la primera vuelta (0-0). Además, en el Martínez Valero. Fue en la novena jornada, todavía con Idiakez en el banquillo deportivista.
El bloque coruñés fue de menos a más durante un choque en el que comenzó exprimido por los ilicitanos, pero en el que terminó superando a su rival y disfrutó de varias ocasiones para llevarse la victoria.
El Elche visitará Riazor en la última jornada de Liga. Los otros cuatro rivales que le quedan al Dépor en el tramo final de curso tampoco podrán emular al Racing y al Levante, ya que los herculinos golearon en la primera vuelta al Albacete (2-5), con el que juegan el domingo, y empataron a un gol con Sporting, Granada y Zaragoza.
Hay tres oponentes frente a los que el cuadro coruñés se ha impuesto en la primera y la segunda vuelta. La escuadra blanquiazul firmó un doble 1-0 contra el Racing de Ferrol y el Eibar tanto en Riazor como fuera. Además, goleó en Cádiz (2-4) y superó a los amarillos en el feudo herculino por 1-0.