De casta le viene al galgo. El jovencísimo aficionado blanquiazul Pablo Fernández lleva en los genes el blanco y azul del RC Deportivo. No en vano, su padre, Jorge Fernández, preside una de las peñas más numerosas y activas de las que componen el espectro deportivista, la ‘Verín-Pablo Amo’.
Desde su más tierna infancia, este estudiante de Ingeniería Informática de 19 años acompaña de manera habitual al Depor en desplazamientos, ya sea en Primera, Segunda o en Primera RFEF.
En sus quince viajes con el club coruñés no había tenido la fortuna de poder celebrar tres puntos hasta el pasado domingo en el Reino de León; Pablo Fernández describe su estallido emocional a todo el deportivismo.
¿Desde cuándo eres seguidor del RC Deportivo?
Desde siempre, desde que tengo uso de razón.
Ya posees un abanico nutrido de desplazamientos...
Sí, con el de León sumé ya 15. Estuve en Vigo, Lugo, Sevilla, Valencia, Mallorca... Esta temporada fuimos a Salamanca, Santander y a León.
¿Al fin pudiste festejar un triunfo lejos del calor de la grada de Riazor?
Sí, el Reino de León fue una fiesta, hasta algunos jugadores cantaron con nosotros. Ya tocaba ganar fuera de casa.
¿Merece la pena tanto esfuerzo y tantos kilómetros?
Sí, este año el equipo tiene buena pinta, hace tiempo que no veíamos esto en el Depor; además, estudio en Santiago y los desplazamientos a Riazor me quedan más cerca que desde Verín.
¿Qué estarías dispuesto a hacer si asciende el club?
Pues la verdad es que de momento ni me he parado a pensarlo pero algo especial; pero primero, que ascendamos, que queda mucha Liga.