El Juvenil A no pudo frenar al Betis (2-6), que fue un tifón en ataque e hizo valer su superioridad para plantarse en la final de la Copa de Campeones, donde ya le esperaba desde ayer el Valencia. El técnico deportivista, Miguel Figueira, que en la previa del partido ya había advertido de que la eliminatoria de hoy no se trataba de ningún tipo de examen para sus jugadores, valoró la derrota.
Reconoció que el partido no pudo empezar de la mejor manera. Los goles tempraneros de Rubén y José Rey demostraban que el equipo salía con ganas, pero el Betis no iba a ceder tan fácil: "Salimos al campo muy enchufados, con las ideas claras con balón. Tuvimos un gran acierto en las primeras jugadas y nos pusimos por delante. Pero es verdad que su gol, no dio tiempo a que ellos dudasen o se pusiesen nerviosos".
Figueira analizó que el estilo de juego tan característico del Deportivo, en este choque, pudo incluso beneficiar al cuadro verdiblanco: "Por esa forma nuestra de jugar, de ir a presionar arriba, ellos fueron mejores, les benefició en muchas zonas del campo en las que nos superaron con facilidad, nos hicieron gol con mucha facilidad". Reveló también que no esperaba que la calidad de los jugadores béticos fuese tanta: "No contaba con esta diferencia, pero solo puedo estar orgulloso de mis chavales, porque llegamos aquí con nuestra forma de jugar. Cuando ganamos estamos todos contentos y cuando perdemos ante un gran rival, solo podemos felicitarlo".
Aunque el descanso llegó con un 2-4 en contra, el entrenador deportivista reconoció que le pidió a los suyos que intentasen remontar, lejos de buscar la posibilidad de encerrarse para maquillar el resultado: "Cuando estás 2-4, puedes intentar que no te metan más, pero yo en el descanso les dije que saliesen a ganar el partido. Y me quedo con eso. No fuimos capaces porque el rival te supera, así que solo me queda felicitarlos. Los chavales están capacitados para competir y me quedo con eso. Son muy grandes y muy buenos. Lo dije el otro día, los chavales tienen una nota alta en la temporada y esto no lo va a empañar".
También hubo tiempo para hablar del polémico cambio de horario, que permitió al Betis contar con dos de sus mejores jugadores. Pablo García y Manu González, que estuvieron ayer en Polonia con el primer equipo en la final de la Conference League, fueron titulares hoy en El Toralín. Si el partido se hubiese jugado el miércoles, como estaba fijado en principio, no hubiesen podido actuar Sin embargo, Figueira no quiso hablar de ello: “No voy a entrar a valorar circunstancias de este tipo. Yo estoy encantado con mis jugadores. El Betis tiene muchos jugadores válidos y tuvieron la opción de traerlos. Pablo en este caso marca diferencias, pero no creo que ese fuese el problema. Nosotros intentamos competir”.
El Juvenil A no fue capaz de frenar los contraataques del Betis, que encima, en la mayoría de las ocasiones, fueron efectivos: "Los chavales se frustraban porque cada vez que nos llegaban, nos hacían un gol. Creo que en todo momento lo intentamos, pero lo cierto es que en los momentos claros nos superaron, así que poco se puede decir".
A pesar de la derrota abultada, Figueira sacó pecho por su plantilla y confesó que su sentimiento, por encima de cualquier otro, era el de orgullo: "Les dije siempre que no quería un equipo miedoso, que no lo intentase. El único responsable de la forma de jugar es el entrenador. Hasta aquí nos llevaron, hasta aquí me llevaron, y yo estoy muy agradecido. Este equipo no está preparado para meterse atrás y eso es algo que me gusta de los chicos. Están jodidos y hoy será un día duro, pero mañana tienen que levantarse porque tienen por delante un futuro prometedor".
Precisamente habló sobre ese futuro que ahora está más cerca que nunca para los jóvenes deportivistas. Afirmó que tras quedar apeador, el club blanquiazul se reunirá con ellos para comunicarles quién pasará a formar parte de la plantilla del Fabril e incluso quién podrá realizar la pretemporada con el primer equipo.
El propio Miguel finaliza contrato en junio, pero confesó que sus deseos son acabar su carrera como técnico en el Deportivo: "Mi futuro no me corresponde a mí. Yo soy deportivista, estoy a disposición del club. Yo soy encantado, soy muy joven, con 51 años, o eso creo (risas). Ojalá me pueda retirar como entrenador trabajando en el Dépor. Estoy tranquilo", concluyó.