Pese a que el RC Deportivo atraviesa por su peor momento histórico, con la cuarta presencia consecutiva en la categoría de bronce, su masa social es de otra pasta, como suele decirse en el argot ciclista.
El pasado viernes la 13ª etapa del Tour de Francia, que discurrió entre las localidades de Chatillon-Sur-Chaleronne y el Grand Colombier, tuvo entre sus miles de seguidores a cuatro jóvenes aficionados del RC Deportivo, que no dudaron en aportar colorido blanquiazul a las cunetas de la ronda gala.
Concretamente en el pueblo de Artemare los pequeños Iago, Mario, Alejo y Nil —estudiantes del colegio Liceo La Paz que acaban de terminar 4º de la ESO— se hicieron notar con un completo equipamiento deportivista consistente en camisetas, gorras, banderas y hasta una toalla de playa del club de sus amores.
Jorn, padre de Iago y periodista neerlandés afincado en A Coruña, explica la aventura de este póker de chavales socios del Depor y asiduos a los encuentros en el estadio de Riazor.
“La verdad es que la visita se debió en parte a un tema familiar, para ver a mi padre, el abuelo de Iago y la casualidad hizo que la etapa del Tour transcurriera muy cerquita de su casa”, narra.
“Inmediatamente los chicos quisieron ir a verlo y para hacer visible su sentimiento deportivista no dudaron en ir ataviados con los colores del club, con todo tipo de prendas”, agregó.
“Para desgracia de los niños la realización pasó a enseñar los paisajes con un plano aéreo cuando la carrera entró en Artemare, por lo que no salieron en la tele, pero desde luego que sí pasaron un rato inolvidable. Quisieron inmortalizar el momento sacándose varias fotos y esperemos que puedan traerle buena suerte al Depor para el año”, dijo Jorn.
