Israel Zautúa/Eder Pereira
“Fose unha casualidade ou unha intuición, da nada xurdiu un cántico épico para todo o mundo”, afirma Xurxo Souto, líder y vocalista de Os Diplomáticos de Monte Alto, sobre el ‘Rock del Deportivo’, la canción —compuesta por Gandy— que desde que se escuchó por primera vez en Riazor el 24 de mayo de 1987, durante un Depor-Sestao (1-2), se convirtió en el himno oficioso.
Él abrió el camino a otros músicos que también sintieron la necesidad de expresar su deportivismo de formas y estilos diferentes, roqueros, poéticos, urbanos... Canciones que se han convertido en himnos para la afición. Algo así como el ‘You’ll Never Walk Alone’ para el Liverpool. En 2014, vieron la luz ‘O son das túas ondas’, de Os Diplomáticos de Monte Alto, y ‘1906’, de Jesús Suárez. En 2022, Coego lanzó su ‘Nos van a ver volver’ tras el batacazo con el Albacete. El más reciente fue el ‘Forza Depor’ del rapero ‘Habló Pablo’... “Aún debería haber más”, dice Gandy.
Les recibimos en la redacción de dxt campeón y aprovecharon para visitar el Palacio de la Ópera. Francisco Gómez ‘Gandy’, Arturo Coego, Habló Pabló (que prefiere que se le cite con su nombre de guerra), Jesús Suárez y Xurxo Souto se juntan y la conversación fluye, como su música. Los cinco autores se dejan llevar y hablan sin tapujos de lo que significa para ellos el Deportivo mientras relatan anécdotas y vivencias relacionadas con sus canciones en blanco y azul.
Gandy: La quimio me tiene los pies y las manos jodidas.
Jesús Suárez: Te operó Diego, ¿no?
G.: Sí, me operó Diego en Madrid.
J.S.: Un fenómeno.
G.: Como médico, seguro, ya estaba contrastado, pero como persona es bestial.
J.S.: Te lo digo porque conozco a mucha gente que trabaja con él en el San Rafael y lo tuve también en el Xerión, en As Charlas do Xerión, y buah.
Coego: Ah, Diego González Rivas...
J.S.: Vino tanta gente a saludarle de Ourense, de Pontevedra, de todos lados... a darle un abrazo.
Xurxo Souto: É o que operou ao meu pai tamén.
G.: ¿También?
X.S.: Penso que si, no San Rafael...
J.S.: Ahora se va a Etiopía...
G.: Va con el camión este, con la Unidad Móvil... Se merece todo lo bueno que le pase... Yo le preguntaba el otro día, ¿dónde tienes tú el ‘jet lag’? Si estás por la mañana en La India, al mediodía en Europa y a la mañana siguiente viajaba a Costa Rica.
Habló Pablo: Ya no sabe dónde está (risas).
J.S.: Yo le pregunté, tú te bajas de un avión, operas diez horas, ¿cómo llevas eso? y él me dijo ‘es que yo me lo paso bien y es algo que no me genera cansancio’.
G.: Es como para nosotros tocar la guitarra. Yo me canso más en la oficina una hora que haciendo un concierto de tres.
H.P.: Eso es verdad.
G.: El escenario lo cura todo...
DXT: Empezamos entonces, ¿en qué proyecto estáis centrados?
H.P.: Estoy acabando la grabación de un LP y preparando los directos. El primero es el 24 de agosto en el Festival de la Luz, en Boimorto.
C.: Yo estoy en un descanso. Decidí aparcar. De alguna manera cuando sacamos ‘Nos van a ver volver’, sentía que era para una misión concreta, de salir del barro, y ahora estoy muy centrado en mi trabajo, que soy trabajador social. Estoy en una pausa en la música.
DXT: Ahora hemos salido del barro...
H.P.: Claro, misión cumplida.
C.: Misión cumplida, sí.
G.: Como sabéis, el 16 de diciembre dejé La Banda del Camión porque venían tiempos complicados y ahora estoy intentando ver si vuelvo o no a hacer algo más tranquilo, darle una vuelta. Mientras disfruto de la buena música que nos ofrecen aquí los compañeros.
X.S.: Temos un grupiño, a Orquestra Bravú Xangai, que somos os de sempre, os diferentes grupos da época do bravú e estamos a celebrar tamén o 30 aniversario do bravú.
J.S.: Mar de Fondo tiene una pausa porque el año que viene cumplimos diez años y estamos con un proyecto nuevo, que es de barrio, de entretenimiento. Hacemos versiones como homenaje a bandas de rock nacional e internacional. Como las bandas de versiones valen tanto a día de hoy y los que hacemos música propia casi nos desquician, que nos apartan de todos lados, pues la música propia me vacía el bolsillo y las versiones me lo llenan. Entonces, está claro (risas).
DXT: ¿Qué os animó a crear canciones sobre el Depor y qué queríais plasmar en ellas?
G.: Lo mío fue para ligarme a una chavala, sinceramente (risas). No hay otra vuelta de hoja. Hoy es la madre de mis hijos...
H.P.: Funcionó muy bien...
G.: Evidentemente también fue para animar al Depor, pero era la hija del portero de la parte de Marathón y de General. Un tío muy aguerrido, con el que yo también tenía unas amistades muy aguerridas por aquel entonces. Parábamos en las mismas bodeguitas y su hija era muy guapa, y sigue siéndolo hoy. Entonces, me pareció muy buena idea: animo al Depor y me ligo a la chavala. No empezó muy bien la cosa porque se estrenó contra el Sestao, en la fase de ascenso, perdimos y nos quedamos en Segunda, pero luego ardió el estadio y solamente había aquello de ‘Tintorería Mil Colores, Rótulos Feca Neón’, y yo le dije, ‘¿Pero no tienes por ahí algo de música? Mira, aquí hay una cinta’ y era el ‘Rock del Deportivo’, que la pusieron en bucle, y Stojadinovic hizo el resto.
X.S.: Nós é que non eramos moi deportivistas, excepto Rómulo, pero si eramos totalmente arsenistas por aquela época e todos os discos estaban dedicados a Arsenio Iglesias. De feito, sempre lle regalabamos os discos e Arsenio dicía “a min estas cousas non me gustan, pero se mas traen os nenos, veña”. Entón, é cando sacamos o disco que se chama Capetón que está dedicado ao Océano, a Galicia como o centro do mar, e tiñamos a un compañeiro, Rodri (Suárez), que tamén estaba comigo na Tropa da Tralla e tivo esa imaxe do mar de Riazor como se chegase ao campo. Entón, fíxose esa canción, que nin sequera chegamos a gravar nese momento. Pero ten unha cousa interesante e profética, que leva un verso de Luisa Villalta... Esa “Cidade tatuada na pétrea pel do mar” (canta). É un verso de Luisa Villalta. Entón Rodri fixo eses versos absolutamente atlánticos, buscamos unha melodía tipo Pogues, tipo irlandesa e quedou unha cousa moi bonita. Pero quedou aí a canción durmida ata cando estivo a piques de salvarnos do descenso Fernando Vázquez, que un compañeiro da TVG, dixo, “tedes que gravar a canción”. Gravámola no estudo e é a gravación máis cutre de todos os tempos. Dinme que soa de cando en vez no estadio, síntome moi honrado.
J.S.: En mi caso fue en 2014. Ya estaba perdiendo la vista de manera muy radical, el Depor decían que iba a desaparecer y yo no me dedicaba a la música. Me gustaba cantar debajo de la ducha, tocar la guitarra, pero oculto, y tenía una frustración muy grande por todo lo que estaba viviendo el Depor. Y escribí un poema, que no era ni una canción, que explicaba cómo llegaba yo al estadio, cómo iba por el Paseo Marítimo durante muchísimos años de mi vida, yendo a Especial Niños... y escribí lo que son mis recuerdos. A mí no me conocía ni Dios, yo no era músico en esta ciudad y se viralizó la canción. Tenía una canción del Depor, llamé a mucha gente, pero pasó de mí todo Dios, y dije “voy a publicarla en Facebook” y a partir de ahí, los que me llamaron loco, después me decían “joder, 200.000 visitas en menos de 24 horas”. Esa canción no sólo me dio la oportunidad de poder dedicarme a la música, me hizo entender que lo que escribía o mi música le podía gustar a la gente.
Sentí que había tal desánimo que había que hacer una canción de autoestima deportivista
C.: Lo primero es que no soy coruñés. Me hice del Depor desde Santiago. Mi primer recuerdo deportivista es el penalti de Djukic... (risas) Ahí me volqué con el Depor, pero el ‘Nos van a ver volver’ nació justo después del partido contra el Albacete de hace un par de años. Sentí que había tal desánimo que había que hacer una canción de autoestima deportivista con la rabia de decir, “mira, estamos aquí, somos el Depor”.
H.P.: Yo soy el último en llegar...
X.S.: O chinorri...
H.P.: En mi caso, igual que Arturo (Coego), no soy de A Coruña, aunque es la ciudad en la que más años llevo viviendo. En mi caso fue un ejercicio de nostalgia, un poco representar en la canción los sentimientos que tenía de niño la primera vez que fui a Riazor y cómo tuve la suerte de crecer en la época dorada del Depor.
DXT: ¿Cómo percibís la evolución desde el Rock del Deportivo hasta esta última canción de Habló Pablo?
G.: Debería haber más. Cada uno que tenga un sentimiento del Depor, debería expresarlo de cualquier manera, pintando, escribiendo, cantando... Todo eso no hace más que enriquecer a esta gran familia que somos el Depor. El ‘Rock del Deportivo’ es un cachondeo, para animar a la gente y cantar “Vamos a ganar este partido”, pero no es como otras canciones, con una letra más trabajada. Esta es un poco cachondeo, que es lo que se necesitaba en aquella época.
Cada uno que tenga un sentimiento del Depor, debería expresarlo
X.S.: Pero sintonizaches coa xente...
G.: Sí, sobre todo en directo. La gente abajo, arriba, es una locura... Pero luego hice la del ‘Depor 100’, cuando el centenario, que hay una frase que dice “De la Sala Calvet a la Champions pasaron 100 años de fútbol y el camino a mi estadio es el más bonito del mundo”. Es que cuando yo voy al campo, lo paso casi tan bien como cuando veo jugar al Deportivo porque voy con esa ilusión de ir a verlo. Y supongo que ese es el sentimiento que nos une. Ir a ver al Depor y los jarrillos que te tomas antes, los amigos que ves, las sensaciones que experimentas gane o pierda.
X.S.: Recordo que debía ter 12 ou 13 anos, estaba na rúa Miguel Servet, na pulpeira, estaba co meu pai e díxome “ese señor maior é ‘Xanetas’ Acuña”, un mito da historia do Deportivo. Entón, dixen, “en que lugar do mundo vivimos, onde os nosos mitos son xente tan cercana”. É o que estás a dicir ti, que é sentimento. O Deportivo exprésase no campo gañando ou perdendo, pero exprésase dunha forma colectiva desde sempre. O Deportivo é a música popular por excelencia. Logo hai outros sentimentos máis refinados, pero cada xeración ten dereito a expresar a súa emoción e a crear ese espazo que é para todos e para todos, a música popular do Deportivo.
J.S.: Estoy totalmente de acuerdo. A mí no me dieron la capacidad para jugar en Riazor, para ser un Yeremay o un Mella, pero tuve la oportunidad de que una canción que he escrito suene en Riazor y eso para mí es prácticamente como meter cualquier gol importante en la historia del Depor. Que suenen los vatios y una canción que has escrito es lo más parecido a llevar el escudo del Depor jugando en Riazor.
C.: Me hacía mucha ilusión venir a vernos y conocer a Gandy... Nací en el 87, los noventa son mi infancia y es cuando el ‘Rock del Deportivo’ sonaba en todos lados. En Santiago o donde fuera cantaban la canción.
En que lugar do mundo vivimos, onde os nosos mitos son xente tan cercana
G.: Sí, como en toda España, que salía a tocar y eran todos del Depor. Ahora, ya no.
H.P.: Se puede tocar fuera de A Coruña. ¿En Vigo probaste a tocarla alguna vez?
G.: En algunos sitios... Hasta me han disparado. Yo tengo un perdigón clavado en mi guitarra.
J.S.: Me dijeron que hasta la tocasteis en La Iguana...
G.: Es probable.
H.P.: Hay que echarle un par de huevos. Es una duda que tengo, que estoy preparando el repertorio y digo, ¿qué hago? ¿La puedo hacer aquí o no?
G.: Yo preguntaba, “oye, somos del Depor, ¿se puede cantar aquí o corremos peligro?”.
X.S.: Cos Diplomáticos temos tocado no local dos Celtarras.
H.P.: ¿Y hubo problemas?
X.S.: Non, todo o contrario porque estamos no de sempre. Sempre digo o mesmo, A Coruña e Vigo son a mesma cidade, familias obreiras que viñeron traballar a beira do mar. Cando lles dis iso, queda todo desactivado.
G.: Una vez tocábamos en Sobrado dos Monxes. Estaban también A Roda, La Banda del Camión y Mago de Oz. Y entonces, salió A Roda y tocó a Foliada do Celta. En Sobrado son deportivistas todos y empezaron a silbarles. A mí no me pareció bien porque en el camerino no hay uno del Celta y otro del Depor, es otro rollo. Entonces, yo hice mi concierto, toqué el ‘Rock del Deportivo’ de última y aquello fue una locura. Y dije, “aquí los compañeros han venido antes y se han manifestado, han cantado su canción y no se han metido con nadie”. Lo que pasa es que somos todos gallegos, luego nos vemos fuera y nos hartamos de llorar acordándonos del pulpo.
H.P.: Y aquí nos peleamos.
G.: Exacto. Entonces, dije, “les voy a invitar a cantar el ‘Miña Terra Galega’ y lo vamos a cantar todos”. Hay un vídeo precioso que grabó uno de los guitarristas.
X.S.: Pero é coma se estás na Coruña e es de Monelos e queres que gañe o Monelos e non o Sporting Coruñés ou o Marte. O fundador da Roda chámase Fito e non só é que sexa de Vigo, senón que era de Teis, que é o Vigo profundo. E, ademais, era soldador, así que non se pode ser máis de Vigo, e ao final dos concertos, entraba en estado de extasis e dicía, “porque nós temos unha torre de pedra, a Torre de Hércules. Non como eses de París que din que teñen unha torre e teñen un andamio” (risas). A Roda de Vigo reivindicando a Torre de Hércules.
DXT: ¿Cómo os gustarían que se recordasen vuestras canciones?
C.: El día del ascenso me paró un chaval de 16 años que decía que la canción le encantaba, y la escuchaba todos los días y más con exámenes.
X.S.: De autoaxuda.
C.: Es una canción para recuperar autoestima. Cuando vengan malos momentos, que volverán, que esa canción esté ahí para poder acompañar.
Que le llegue a los niños me hace mucha ilusión
H.P.: Hace poco me pasó algo muy bonito. Me escribió una persona en Instagram para decirme que su niño estaba malito, con cáncer, y me dijo “escucha la canción cuando le van a dar la quimio”. Que le llegue a los niños me hace mucha ilusión.
J.S.: El otro día en el colegio Concepción Arenal había 300 niños cantando mi canción y me vinieron a pedir que le firmara un autógrafo en la camiseta del Depor. Y les dije que yo no soy ni Yeremay ni Mella. Le va a ir una firma de un tipo que, además, no ve, que cada firma es distinta... Ver a los chavales emocionados. Sólo por eso merece la pena. Con esas cosas te quedas: deportivismo en vena.
C.: Estoy viendo que es algo que les pasa a todas las canciones, que las cantan los peques.
H.P.: Me deja alucinado. Son niños que crecen con el Depor abajo. Y tienen un sentimiento enorme. Se transmite, eso es bonito.
G.: Eso es lo inexplicable de esta afición. Pero somos así.
As cancións son moi distintas pero van do mesmo, da revolución dos humildes
X.S.: É moi lindo todo este conxunto de talento. As cancións son moi distintas pero van do mesmo, da revolución dos humildes. Esa é a cuestión desta afección. Fálase moito da épica do fútbol, pero desgraciadamente o fútbol non ten ningunha épica. Teño máis cartos, gaño. Pero de cando en vez pasan cousas estranas: que un equipo humilde dun rinconciño toca o ceo e esa afección agradecida segue apoiando nos peores momentos. Parece que todas as cousas boas pasan fóra e que a música chega de fóra. Pois non. Coa nosa humildade facemos cousas moi bonitas para compartir e que nacen no noso contexto. É unha forma de animar á xente nova a que siga creando. E iso é algo moi especial e fermoso.
G.: Había que hacer un concierto.
J.S.: Tenemos que hacerlo aunque sólo fuera para que no me tenga que comer frases como que tengo una rivalidad con Gandy, gilipolleces.
H.P.: Sí, frases del tipo “mucho mejor la canción de este que la de este”. Pero esto no es una competición.
J.S.: Son canciones del Deportivo. Por eso lo de juntarse, subir, darse un abrazo…
G.: Claro, y haciéndonos las voces los unos a los otros.
X.S.: Afortunadamente a música é cada vez máis global e diversa. Cada un anda cos seus estilos e todos somos do Depor, o que nos une. Iso é precioso.
DXT: ¿Qué os gusta a cada uno de las demás versiones?
H.P.: Me gusta mucho el sentimiento en la de Jesús, la de Gandy es más distendida, un poco también la de Xurxo, la de Arturo es más combativa. Yo subo a haceros los coros porque me las sé todas. Y luego el sentimiento y la identidad que comparten todas.
C.: Para mí, la de ‘Forza Depor’ de Pablo es pura contundencia, el estribillo especialmente. La de Gandy conecta con la gente y es fácil de aprender.
G.: Cachondeo. Bueno, fue una suerte. “Vamos a ganar este partido, la afición nos va a apoyar y no hagáis el canelo”. No es ni una canción.
J.S.: ¿La escribiste en La Casa de las Tortillas?
G.: Sí, en una noche. No tiene ni letra ni nada. Tuve la suerte de que coincidió así todo.
C.: La de Xurxo me parece increíble. Realmente suena a canción de taberna y ahí encaja genial. Y a Jesús ya le he dicho alguna vez que yo no hubiese hecho ‘Nos van a ver volver’ si no hubiera escuchado antes su canción. Igual que la de Gandy, que es pura inspiración para la mía.
H.P.: Son canciones auténticas, hechas de verdad.
G.: Yo las escucho en blanco y azul. Es como los hijos. ¿A quién quieres más? Y con esto igual. Las podría poner en bucle y pasar una tarde cojonuda paseando por el Orzán o por allí, cerca del cementerio, aunque procuro pasar rápido, no vaya a ser… (risas). ¡Ay! Se me saltan los puntos al reír.
X.S.: Neste tipo de cancións hai dous grandes bloques: a de Gandy e as demais. Porque onde non había nada… Esa é a cuestión. Saber que había unha necesidade, fose unha casualidade ou unha intuición, pero da nada xurdiu un cántico épico para todo o mundo. A primeira é insuperable e despois nas seguintes está o voso corazón e a vosa alma. Pero eu fago esa aclaración: Gandy, e despois o resto seguimos o rego.
Tengo el recuerdo de chinorro de la canción de Gandy sonando en el casete a toda pastilla
J.S.: Estoy con Xurxo. Tengo el recuerdo de chinorro de la canción de Gandy sonando en el casete a toda pastilla. Y de Xurxo, ¿qué decir?, un tío que lleva Coruña en cada célula de su cuerpo. La de Arturo cuando salta el estribillo, que parecen los vikingos, es una pasada. Y de Pablo, esa parte más urbana, ese recuerdo rapeado, hablado… Pero para mí la de Gandy es eso, el recuerdo de ponerla a toda pastilla en un ‘Forito’.
G.: Fumábamos mucho (risas).
X.S.: Era o que tiñamos que facer.