Diego Ifrán llegó al Deportivo en marzo de 2014 cedido por la Real Sociedad. Un fichaje impulsado por la grave lesión de Salomão que, tras romperse el ligamento cruzado de la rodilla derecha, estaría al menos ocho meses alejado de los terrenos de juego. El elegido para cubrir ese hueco y unirse al resto de delanteros blanquiazules fue el atacante uruguayo. Con solamente doce jornadas por delante, logró aportar cuatro goles contribuyendo en el ascenso del equipo coruñés a Primera División. Poco tiempo después y con tan solo 30 años, Ifrán decidió que era el momento de colgar las botas, volver a casa y dedicarse a lo que desde siempre había sido su pasión: los caballos y la vida en el campo.
No tuvo una carrera fácil. En verano de 2010 y tras destacar notablemente en su tierra haciendo buenas temporadas en el Fénix y Danubio, grandes equipos europeos como la Lazio estaban interesados en hacerse con sus servicios. Pero la misma lesión que posteriormente iba a sufrir Salomão ocasionó que terminara firmando cinco años con el equipo txuri urdin, quienes si decidieron apostar por su proyección a pesar del estado en el que llegaba a Donostia. Su mejor temporada fue la 2012-13 en la que la Real Sociedad logró el cuarto puesto y la posterior participación en la Champions, pero en su tercera campaña en Anoeta y tras no haber disputado ni un solo minuto en lo que iba de liga, se llevó a cabo su cesión por el conjunto dirigido por Fernando Vázquez, e Ifrán aterrizó en A Coruña. La campaña siguiente su destino fue el Tenerife en Segunda División, en 2015 fichó por el Peñarol de Montevideo y terminó su carrera en el Club Sporting Cristal peruano.
Lo hizo por voluntad propia, había algo que le motivaba más que el fútbol. Una pasión que era lo suficientemente grande como para poner fin a su carrera futbolística: volver a casa y cuidar vacas y caballos en su ciudad natal. Anunció su retirada a través de Facebook, afirmando que no se sentía con fuerzas ni con ambición futbolística y que por ello decidía cerrar ese ciclo. Actualmente vive en Cerro Chato, una localidad uruguaya situada en la zona centro del país, y dedica su día a día a los animales. Como apuntan desde Relevo, invierte su tiempo en la cría de terneros y participa en carreras federadas de resistencia, llevando una vida tranquila, trabajando con la ganadería y dedicándole mucho tiempo a su pasión por los caballos, la cual le viene desde muy pequeño gracias a su padre y su abuelo.
Durante su etapa en San Sebastián estudió un master online sobre la materia y actualmente es dueño de caballos de 'Sangre Pura de Carrera', una raza desarrollada para la competición. En su nueva rutina alejado de entrenamientos, partidos, balones y ruedas de prensa, se despierta muy pronto, prepara su mate y se pasa más de cuatro horas subido a uno de sus caballos. Una nueva forma de vida en la que encontró la felicidad plena y que le hace no echar de menos el mundo del fútbol.
El último ascenso del Deportivo a Primera División se produjo en 2014. Fue con Fernando Vázquez al frente del banquillo blanquiazul y en una temporada que nadie se imaginaba debido a todo lo que había sucedido ese verano. El descenso administrativo y la posibilidad de la desaparición del club estuvo muy presente en A Coruña durante la pretemporada debido a las deudas contraídas con los futbolistas. El 31 de julio de 2013 se logró solucionar la situación gracias a un acuerdo entre club, jugadores, AFE y LFP.
Un equipo muy poco preparado tras las salidas de futbolistas como Riki, Valerón, Aranzubía, Zé Castro, Pizzi, Abel Aguilar y Bruno Gama hizo que Vázquez tuviera que tirar de la cantera para poder realizar los entrenamientos y comenzar la temporada. Los fichajes fueron llegando autorizados poco a poco por el administrador concursal y después de un inicio de competición irregular el equipo comenzó a funcionar. En la jornada 13 lograron situarse en zona de ascenso directo y pocas semanas después alcanzaron lo más alto de la tabla. Pero el comienzo del 2014 llegó con malos resultados, un mercado de fichajes complicado y con la marcha de Lendoiro de la presidencia 25 años después. Su relevo fue Tino Fernández tras quedarse solo después de la gradual renuncia del resto de candidatos y con él llegaron a la plantilla Toché, Bryan Rabello, Diogo Salomao, Alberto Lopo, Ibrahim Sissoko y Diego Ifrán, que fue el último en llegar para cubrir la lesión de Salomao.
Finalmente el 31 de mayo de 2014 el Dépor lograba el ascenso a Primera División tras vencer al Jaén con un gol de Marchena en un rechace desatando la locura en Riazor.