Después de haber tumbado con apuros a la Balompédica Linense y a la AD Mérida en la segunda y tercera jornada de Liga, respectivamente, el RC Deportivo no pudo pasar de las tablas en Riazor frente al Pontevedra en la cuarta etapa del torneo de la regularidad (1-1).
Un punto arañado in extremis gracias a una diana de oportunista de Mario Soriano —su tercera del presente ejercicio— en el minuto 87.
Aunque ha conseguido embolsarse siete puntos de un total de nueve posibles en este arranque de curso, lo cierto es que las sensaciones que ofrece la escuadra coruñesa distan mucho de ser las mejores.
No en vano, el entorno del club deportivista se muestra insatisfecho por el rendimiento que hasta ahora ha certificado la formación dirigida por Borja Jiménez.
Las dudas en ataque y alguna laguna defensiva que ha supuesto problemas para los herculinos —ya desde la pasada campaña 21-22— están pasando factura a un equipo incapaz de sacar a relucir su mejor fútbol este año.
En cambio, otras escuadras que aspiran a regresar también a la Liga SmartBank como Córdoba o Racing de Ferrol no aflojan en su paso y suman ya doce puntos en cuatro compromisos.
El RC Deportivo de La Coruña tendrá otra dura reválida el próximo sábado a las 18.00 horas ante el Celta de Vigo B, conjunto que en la temporada anterior 21-22 fue capaz de doblegar a los coruñeses en su feudo (2-1).
Un hipotético nuevo tropiezo de los blanquiazules incrementaría el nerviosismo latente de una masa social volcada como nunca en el proyecto actual 22-23; será una prueba de madurez para un Depor que podría marcar un punto de inflexión en Balaídos.
