Deportivo y Córdoba dignifican los viernes (1-1)
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Deportivo y Córdoba dignifican los viernes (1-1)

Deportivo y Córdoba dignifican los viernes (1-1)
Mario Soriano conduce un balón en el Deportivo - Córdoba | PATRICIA G. FRAGA

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Deportivo y Córdoba se encargaron este viernes en Riazor de ofrecerle a la competición más grandeza de lo que la propia competición parece buscar con los partidos de los viernes o los lunes. Porque una noche de marzo, dos equipos que hace un año peleaban en el barro se encargaron de ofrecer un brillante espectáculo que explica por qué se ha considerado esta Segunda una de las mejores de la historia. Sin miedos, sin ataduras. Un intercambio de golpes, por parte visitante también literales, durante 90 minutos que terminó con empate (1-1) más justo de lo que hubiera sido la victoria de cualquiera.
 

Ha pasado más de una vuelta y el escenario era completamente distinto, pero uno podía confundirse con facilidad con el anterior enfrentamiento entre coruñeses y andaluces viendo los primeros minutos del choque que en esta ocasión acogió el estadio de Riazor. La presión asfixiante cordobesa volvió a incomodar de manera decisiva a los de Gilsanz, que, como ya le sucediera a Idiakez, tardó en encontrar rutas en el mapa para llegar al campo rival.
 

Esa valentía le servía al Córdoba para marcar el ritmo del encuentro y atraer a los locales a una vorágine en la que los errores siempre eran una posibilidad real. El déjà vu fue todavía más duro para Mario Soriano. En el Arcángel completó probablemente uno de sus peores partidos con la blanquiazul. Lo primero que hizo esta vez fue entregarle un balón a Casas en una pifia de las que no suelen vérsele. Perdonó el ariete.
 

Y es que esa fue la gran diferencia. Los de Ania no encontraron la portería de Helton a pesar del empeño que ponía Carracedo, jugador que valdría millones si jugara contra el Dépor cada semana. Cuando acertaron con los tres palos, el gigante brasileño fue de nuevo salvador para sacar un remate de Del Moral. El mediocentro marcó en Riazor con el Oviedo en la primera jornada y estuvo a punto de repetir. De nuevo a balón parado. De nuevo rematando solo.
 

El paso de los minutos y la igualdad en el marcador fue cambiando las inercias. Mario, Yeremay y Mella empezaron a encontrarse y desactivar las agresivas persecuciones visitantes para empujar poco a poco hacia su portería a la zaga blanquiverde. Ximo probó desde la frontal tras una buena jugada colectiva y Soriano mandó al lateral de la red un córner en corto que había sorprendido.
 

Ni un segundo de respiro

Gilsanz aprendió la lección y el equipo salió mejor tras el descanso, pero pronto se encontró con un bofetón. El Córdoba no permite respiros y Carracedo castigó el primero que se tomó Yeremay. El canario venía de dejar una de sus jugadas de magia y tardó un segundo en perseguir al extremo. Fue suficiente. Fue letal. El catalán se fue hacia dentro y obligó a Villares a salir de zona. Una zona en la que estaba Álex Sala, tocado por una varita. El centrocampista le pegó de primeras para ponerla en la escuadra y abrir la lata.
 

No estuvo lejos el tanto de noquear al Dépor, que se vio por detrás cuando ya le había tomado el pulso al partido. Varios errores amenazaron con sentenciar en un suspiro, pero los blanquiazules encontraron de nuevo esa mezcla ganadora que tanto le está dando desde que comenzó 2025. José Ángel más Soriano igual a peligro. Si la guinda además la pone Yeremay, el resultado solo puede terminar con el balón en el fondo de la portería. Eddahchouri recogió sobre la línea los frutos de tan brillante combinación.
 

Expuestos los argumentos por ambos bandos, para el tramo final entró en juego el cansancio. Se multiplicaron las imprecisiones, pero no disminuyeron ni un mínimo las ganas de ambos de ir a por el partido. Fue entonces cuando Helton y Carlos Marín reclamaron su cuota de protagonismo. Si el marcador no se movió fue en buena parte por la aparición de los dos metas, que sacaron sendas manos a remates a bocajarro con tanto valor como los tantos conseguidos previamente.

 

Deportivo 1 - 1 Córdoba

Deportivo: Helton; Ximo Navarro, Pablo Vázquez, Dani Barcia, Obrador; José Ángel, Villares (Genreau, m.73; Mella (Diego Gómez, m.84), Soriano (Rama, m.84), Yeremay; Eddahchouri (Bouldini, m.90).

 

Córdoba: Carlos Marín; Albarrán, Xavi Sintes, Rubén Alves, Marvel; Del Moral (Ortiz, m.64), Álex Sala (Theo Zidane, m.81), Isma Ruiz; Carracedo (Calderón, m.71), Jacobo (Magunazelaia, m.81), Antonio Casas (Yoldi, m.81).

 

Goles: 0-1, m.50: Álex Sala. 1-1, m.61: Eddahchouri.

 

Árbitro: González Díaz (C. asturiano). Amonestó a Villares (m.11)  en el Deportivo y a Albarrán (m.16), Alves (m.58) y Calderón (m.88) en el Córdoba.

 

Incidencias: Partido de la 30ª jornada de Segunda División disputado en Riazor ante 20.625 espectadores. Antes del partido se guardó un minuto de silencio por la muerte de David García de la Loma, árbitro de Segunda Federación; Amador Carballo (ex jugador) y Miguel Picos (ex jugador).

Deportivo y Córdoba dignifican los viernes (1-1)

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