La relajación experimentada por la plantilla blanquiazul desde que aseguró su permanencia en Segunda División y se vio con escasas opciones de alcanzar el playoff de ascenso ha provocado una falta de competitividad en el equipo que ha generado un sabor amargo en el deportivismo al ver cómo su equipo ha pasado de moverse cerca de la zona noble de la clasificación a caer a la parte media baja e incluso poder cerrar la temporada 2024-25 apenas dos puestos por encima del descenso.
Tres derrotas ha encajado la escuadra de Óscar Gilsanz desde que selló su continuidad en la categoría de plata con la victoria sobre el Albacete (5-1) en la trigesimoctava jornada, cuando aún restaban cuatro por disputarse. En aquel momento, el cuadro coruñés ocupaba su mejor posición en toda la temporada, al estar instalado en la décima plaza, y, viendo la progresión que había experimentado durante el curso, era factible que incluso pudiera escalar algún puesto más. Los coruñeses, con 53 puntos en su casillero, tenían al noveno, que era el Córdoba, a uno, estaban a cinco puntos del Huesca, que era octavo, a seis del Granada, séptimo y contra el que se enfrentaban en Riazor dos semanas después, y algo más lejos, a nueve puntos, del sexto clasificado, el Almería. Es decir, que aunque remotas, el Dépor aún tenía opciones de disputar el playoff.
Esa décima posición supone el techo alcanzado por la escuadra deportivista en la campaña de su regreso al fútbol profesional, tras cuatro años en la tercera categoría. Los herculinos han ocupado dicha plaza en tres ocasiones a lo largo del curso 2024-25, todas ellas con Gilsanz como entrenador.
La primera vez que el Dépor pisó dicho escalón fue en la vigesimosexta jornada. Dos victorias consecutivas contra el Eibar en Ipurua (0-1) y frente al Almería en Riazor (3-1) dispararon a los blanquiazules desde la decimoséptima plaza hasta la décima.
La buena racha se truncó con una derrota en casa del Eldense (2-0) y el empate en el estadio coruñés contra el Huesca (0-0), lo que provocó que el bloque herculino cayera hasta la decimotercera posición. Pero el triunfo en Oviedo (1-2), con el milagroso gol de Ximo Navarro en el minuto 91, elevó al Deportivo de nuevo al décimo puesto en la vigesimonovena cita del campeonato.
El rendimiento de la escuadra coruñesa desde aquel momento fue bastante irregular, lo que le llevó a sumar cinco empates, dos victorias y una derrota que llevaron al cuadro deportivista a moverse entre la decimoprimera y la decimocuarta posición en las ocho siguientes jornadas. No fue hasta esa visita del Albacete a Riazor, en la trigesimoctava cita de la competición, cuando el Dépor escaló a la décima plaza por tercera y última vez en la presente campaña.
Al 5-1 frente al Albacete le sucedieron el 2-1 en El Molinón frente al Sporting, el 2-3 con el Granada en Riazor y el 1-0 en La Romareda ante el Zaragoza que han hecho caer al equipo deportivista hasta la decimoquinta posición de la tabla. Se trata del puesto que el conjunto coruñés ha ocupado en más ocasiones durante la temporada, con siete jornadas instalado en dicha plaza, y el quinto peor en los que ha estado a lo largo del curso.
El suelo de los blanquiazules estuvo en la posición 20, a la que llegó a caer en la duodécima jornada, la última con Imanol Idiakez en el banquillo. Además, ha estado instalado en la plaza 19 seis veces, en la 18, en cuatro ocasiones, 17 (5), 14 (3), 13 (3), 11 (5), 12 (4), además de las tres jornadas que llegó a tocar su techo, en el puesto 10.
Estas tres derrotas consecutivas —la peor racha de los blanquiazules en lo que va de competición— imposibilita que la escuadra de Óscar Gilsanz aumente su techo por encima de la décima posición y finalice el curso cerca de los puestos de playoff. Además, le ha puesto a tiro de sus dos inmediatos perseguidores, con lo que podría caer hasta la decimoséptima plaza, si el domingo no vence al Elche en su duelo en Riazor. Esta circunstancia provocaría que cerrara el curso en la cuarta peor posición de las que ha ocupado.
A una jornada de finalizar el campeonato, el equipo de Gilsanz es decimoquinto con 53 puntos, seguido del Málaga (52), el Zaragoza (51) y el Castellón (50), que es decimoctavo y quien marca la permanencia. Aunque los orelluts podrían acabar la temporada empatados a puntos con los blanquiazules, tienen perdido tanto el golaveraje particular con el Dépor, como en el caso de que se produjera un triple empate también con el Málaga. De esta forma, el Dépor no puede caer hasta la decimoctava plaza.
Quienes sí podrían superar en la tabla a los coruñeses son el Zaragoza, que le tiene ganado el golaveraje particular al Dépor, como el Málaga en el caso de que los andaluces vencieran al Burgos el domingo y los blanquiazules no pasaran del empate frente al Elche. Un empate a 53 puntos con el Málaga, sin embargo, mantendría a los coruñeses por encima, con casi toda seguridad, salvo que estos perdieran por diez goles de diferencia contra la escuadra ilicitana.
La escuadra deportivista comparte, con el Córdoba, el dudoso honor de ser el peor equipo de las tres últimas jornadas. Cero puntos han sumado los blanquiazules desde que sellaron la permanencia, igual que el cuadro cordobés, también salvado y que en sus tres últimas citas ha caído en Burgos (3-2), contra el Mirandés (1-2) y frente al Eibar (4-1).
“Seguir compitiendo es el ADN que queremos que el equipo tenga siempre”, manifestó Gilsanz en la previa de la visita a Gijón, donde el Dépor ya activó el modo vacaciones.
“No vamos a regalar nada a ningún rival”, señaló el preparador. Sin embargo, el cuadro coruñés sí ha regalado a Sporting, Granada y Zaragoza, lo que le ha llevado a poder cerrar la temporada de su regreso al fútbol profesional más cerca de su suelo que del techo que fijó con esa décima plaza.
La caída del puesto 10 al 15 que ha sufrido el Dépor en las tres últimas jornadas provocaría una pérdida de más de 300.000 euros al club en derechos televisivos.
LaLiga reparte el 10% del total del contrato por derechos televisivos a la Segunda División. Dicha cantidad alcanzó los 149,8 millones el pasado curso. De esa cifra, el 70% se reparte a partes iguales entre los 22 clubes de la categoría, un 15% por el impacto de cada club (es decir, abonados y audiencia televisiva) y el 15% restante (22,4 millones) por la posición final en la tabla.
El décimo, que era el puesto que ocupaba el Dépor tras ganar al Albacete, percibe un 3,18%, unos 712.320 euros. El decimoquinto, su plaza actual, un 1,82 (407.680 euros). Caer a la decimoséptima representaría percibir 304.640, mientras que haber alcanzado la séptima o la octava, a las que pudo aspirar, significaba 1,17 millones y 1,01 millones, respectivamente.