Aun en una plantilla como la del RC Deportivo, confeccionada para marcar la diferencia en Primera RFEF, con numerosas alternativas y dos futbolistas por puesto, el entrenador Borja Jiménez parece haber sufrido neofobia, miedo al cambio, en gran parte del tramo disputado de competición liguera.

No en vano, el preparador abulense solo ha agotado las cinco sustituciones —permitidas tras la irrupción de la pandemia— en nueve de las 26 fechas del torneo de la regularidad.

Es decir, en 16 enfrentamientos —descontando el no jugado frente al Extremadura— el máximo responsable técnico ha optado por no exprimir todo el potencial que atesora en su banquillo jornada tras jornada.

En una temporada en la que por fortuna el Depor no ha sido maltratado por las lesiones ni sanciones, el abanico de sustituciones se ha visto reducido con el paso de los encuentros; en efecto, en las tres primeros partidos de Liga, ante Celta B, Tudelano y Calahorra, el míster sí agotó sus cinco retoques tácticos.

A lo largo del segmento competitivo transcurrido, Jiménez se ha decantado por introducir 101 cambios, lo que arroja una media de 4,04 por encuentro.

En los últimos compromisos ante San Sebastián de los Reyes y Racing de Ferrol, saldados con sendos empates, el número de sustituciones fue de 3 y 4, respectivamente.

Dos modificaciones

En las jornadas 18ª y 20ª, en sendas victorias por la mínima frente a Talavera (1-0) y Zamora (0-1), el Deportivo solo efectuó dos variaciones en su once.

Curiosamente entre las fechas 22ª y 24ª, con el partido aplazado de por medio del Racing de Santander en Riazor, el cuerpo técnico de Jiménez sí apostó de pleno por las cinco sustituciones para oxigenar a su grupo humano.