Aprovechando el hermetismo de su estadio de Riazor a puerta cerrada, el RC Deportivo completó ayer el último entrenamiento antes de rendir visita al Castellón en la vuelta de semifinales del playoff de ascenso a la Liga SmartBank.

El técnico Rubén de la Barrera realizó las últimas probaturas tácticas antes de citar a todos sus futbolistas disponibles, una nómina de 24 hombres en la que solo se ha quedado en tierra el lesionado Alberto Quiles.

De este modo, el preparador de Elviña ha convocado a los porteros Ian Mackay, Edu Sousa y Pablo Brea, así como a los defensas Antoñito, Trilli, Lapeña, Jaime, Pepe Sánchez, Pablo Martínez, Lebedenko y Raúl García; los centrocampistas Álex Bergantiños, Olabe, Isi Gómez, Villares, Mario Soriano y Rubén Díez; los delanteros Lucas Pérez, Saverio, Arturo, Kuki Zalazar, Svensson, Yeremay y Mella.

Once contra once

El máximo responsable técnico deportivista, después del pertinente calentamiento y rondos, puso sobre el tapete de Riazor diferentes alternativas tácticas a emplear durante el choque de esta tarde, en función del resultado.

De la Barrera testó el estado físico y anímico de los suyos, como siempre meticuloso respecto al orden que debe mantener el equipo como bloque.

El entrenador de Elviña también prestó atención especial a las jugadas a balón parado, lances que pueden valer su peso en oro en una eliminatoria a cara de perro como la de esta tarde frente al Castellón en Castalia.

A lo largo de toda la semana el míster y su ‘staff’ se encargaron de mentalizar a la plantilla acerca de la necesidad de ser rápidos y precisos en la salida de balón, así como en las transiciones y en el remate.

Además, el colectivo blanquiazul se encomendará a la mínima ventaja cosechada en la ida (1-0), así como también a la calidad individual de hombres como Lucas Pérez o Soriano, encargados de marcar la diferencia sobre el papel en la categoría de bronce del fútbol estatal.