Hugo Ríos: “Está siendo la mejor temporada de mi vida”
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Hugo Ríos: “Está siendo la mejor temporada de mi vida”

Hugo Ríos: “Está siendo la mejor temporada de mi vida”
Hugo Ríos, portero del Fabril, fue entrevistado esta semana en el Palacio de la Ópera | Mónica Arcay

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Hugo Ríos Coto, que no cumplirá 20 años hasta el mes de agosto, es el portero titular del Fabril; al menos el que más ha jugado esta temporada, que la define como la mejor de su carrera. Ríos, que cuando era infantil y cadete temía ser baja en el Deportivo, es el portero menos goleado de Tercera. El pasado sábado, contra el Arteixo, volvió a dejar la portería a cero. Pudo encajar en el 89.
 

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando vio que le caía el balón a Iker en el área pequeña?
Fue una jugada muy rápida. Iván es diestro y llevaba todo el partido sacando centros con la derecha. Cuando sacó el tiro con la izquierda, el balón pasó entre Marc y Jairo, que se giraron, y me botó justo delante. No me dio tiempo a orientar el desvío. Cuando le quedó el balón a Iker, intenté levantarme rápido para ir a ocupar el máximo espacio posible. Cuando vi que la echó fuera ni siquiera pensé; me levanté enseguida para coger la pelota y sacar.

 

Varios compañeros se echaron las manos a la cabeza en esa jugada.
Siempre hay que tener esa pizca de suerte en los partidos que se atascan. El Arteixo falló y en la siguiente jugada Jairo le llevó el balón a Martín, que centró y la metió Davo. Quizá es uno de los jugadores que más se lo merecen por los problemas con las lesiones, con varias recaídas, que ha tenido esta temporada. A pesar de eso siempre está con una sonrisa, es el que más anima, el que más cercano está con todos...

 

La celebración del gol de Davo fue espectacular.
Yo ni siquiera vi que Davo se había quitado la camiseta, así que imagínate. Salí corriendo y llegué casi a la altura del banquillo, pero volví para atrás porque, si íbamos todos, el Arteixo podía sacar.


Los jugadores de campo y gran parte del banquillo salieron a festejarlo con Davo. ¿Y Ríos?
Lo celebré solo. Me di cuenta de que si estábamos todos allí el Arteixo podría sacar y volví para nuestra parte del campo.

 

Al Fabril le está costando sacar los partidos adelante en las últimas jornadas.
Era algo que se podía esperar porque todos los equipos se están jugando algo. Ninguno tiene asegurada la permanencia porque puede que haya hasta tres o cuatro arrastres y para conseguir la salvación prácticamente tienen que conseguir una puntuación de ‘playoff’. Todos los rivales compiten y nos van a poner las cosas muy difíciles.


Faltan cinco jornadas. ¿Podrá permitirse el Fabril algún tropiezo o tendrá que conseguir los 15 puntos?
Creo que el Arosa no va a tropezar y nosotros tampoco deberíamos. Tenemos que centrarnos en cada partido. Este fin de semana jugamos contra el Choco, que si pierde descendería y no creo que tiren la toalla a las primeras de cambio. Tendremos que pelearlo mucho.


Fallar contra el Choco sería un tropiezo gordo e inesperado.
Va a ser difícil porque jugaremos en un campo pequeño, de hierba artificial. El Choco no ha sufrido derrotas abultadas, casi siempre por diferencia de uno o dos goles. Compite siempre y pierde por pequeños detalles. Va a ser complicado seguro.

 

En la primera vuelta, el Choco ofreció buena imagen en Abegondo a pesar del 3-1.
Iano y Davo son jugadores que vienen del Choco y lo que se hablaba en Abegondo a principio de temporada es que el Choco era un equipo hecho para estar arriba y lo cierto es que sorprende su situación.

 

Ha jugado 14 de los últimos 15 partidos, casi una vuelta entera. ¿Sorprendido?
Al principio no me lo esperaba, pero lo he trabajado mucho. Empecé la liga de suplente y sí que llegué a pensar que a lo mejor no jugaría esta temporada, pero nunca hay que tirar la toalla. Siempre le dije a mi padre que había que seguir peleando, lo hice y estoy recogiendo los frutos.

 

Llega a la parte final de la temporada siendo titular indiscutible.
Al principio de liga no me lo esperaba porque, al fin y al cabo, Brais es un porterazo. Óscar ha tomado esa decisión y un poco sorprendido sí estoy, desde luego.

 

¿Cómo es la competencia con Brais Suárez?
Muy, muy buena. Cuando él juega, yo le apoyo; cuando yo juego, él me apoya. Antes de saltar al campo en los partidos siempre nos damos un abrazo.

 

La competencia entre porteros suele ser muy sana. ¿Por qué existe esa afinidad?
Somos un poco especiales por así decirlo. Ayer terminó el equipo de entrenar y los que nos quedamos un rato más fuimos Brais y yo. Llevamos muchísimos años juntos y somos prácticamente como hermanos. Esta temporada estoy pasando más tiempo con Brais que con mis padres.

 

Es llamativo que en juveniles, con el mismo míster, era Brais el titular y Ríos el suplentes.
Es sorprendente, pero las cosas cambian o son momentos. Óscar se está decantando por mí en las últimas semanas como se puede decantar por Brais a partir de ahora.

 

¿Está siendo esta la mejor temporada de su carrera?
De las que yo puedo recordar, sí; seguro que sí. Espero que se pueda completar con un ascenso.

 

¿Por qué?
Quizá por no esperar los minutos que estoy disputando. Quizá por considerar que estoy haciendo buenos partidos pero tengo que seguir demostrándolo porque queda mucho de temporada, las cinco últimas jornadas en las que nos jugaremos todo. Pero, de momento, está siendo la mejor.

 

¿Jugar tantos partidos le ha hecho crecer en algún aspecto individual?
Cuantos más partidos juegas, más confianza tienes. La temporada pasada, en División de Honor Juvenil, uno de los aspectos que más dominaba era el juego aéreo. En cambio, esta temporada, en los primeros partidos, veía que no llegaba y así se lo decía al entrenador de porteros. No llegaba a salir porque veía que me quedaba muy lejos. No por miedo sino porque veía que todo iba mucho más rápido. Con el paso de los partidos he conseguido estar mucho más cómodo.

 

¿Qué le ha hecho ganar protagonismo esta campaña?
No creo que haya explotado. Esto es el trabajo que he hecho en los últimos años. El Depor ha sabido tener paciencia conmigo y yo he ido dando pasos y, al final, con trabajo todo llega. Esta temporada estoy ofreciendo un mejor rendimiento y lo estoy demostrando.

 

“El Depor ha sabido tener paciencia conmigo”. ¿Se ha visto fuera algún año?
Cuando acaba cada temporada, el club suele citarnos en las oficinas para decirnos si continuamos o no. Recuerdo que cuando era infantil y cadete hubo tres años en los que le decía a mi padre: creo que esta vez me toca. Primero me metieron en el Cadete B cuando los jugadores de mi edad iban para el San Tirso, que acababa de ascender a División de Honor. La temporada siguiente me fui a ese San Tirso con compañeros de un año menos. En la siguiente, entrenaba con el Juvenil B del Depor pero me cedieron al Juvenil de Gallega del San Tirso... Iba a remolque pero finalmente pude llegar al mismo nivel que los compañeros de mi edad y ahora estoy en el Fabril.

 

¿Cómo se definiría como portero?
La palabra sería ágil.

 

¿Y el juego del Fabril? ¿Cómo lo ve Hugo Ríos desde su área?
Nos adaptamos a cada partido. No tenemos una forma de jugar o una forma de ser que no se pueda modificar nunca. Fuimos a jugar contra el Silva a A Grela y variamos. Jugamos contra el Celta y sí salimos desde atrás. Cada semana vamos adaptando nuestro juego a cada partido.

 

Siendo un filial, ¿ve bien que el equipo no juegue siempre o casi siempre de la misma manera?
Sí, lo veo bien. Somos un equipo como otro cualquiera aunque la plantilla sea muy joven. Se dice también, y nos los recuerda Óscar, que los filiales no son buenos en las acciones a balón parado pero, ¿por qué no lo pueden ser? El Fabril es uno de los equipos que menos está encajando a balón parado. Quizá son razonamientos que hay que cambiar.

 

¿Cómo defiende el Fabril esas acciones a balón parado para encajar tan pocos goles?
Defendemos en zona, con dos jugadores en el primer palo, uno en el medio y el otro atrás, el resto tienen marcaje individual y solemos dejar a uno arriba.

 

¿Nota mucho la diferencia en esas jugadas en Tercera respecto a División de Honor Juvenil?
No en torno a cómo hacen las entradas los rematadores sino en los golpeos. En juveniles, el portero tenía mucho tiempo para reaccionar porque el balón iba más colocado y alto; salías y te las quedabas todas. Ahora el balón va más rápido, hay muy buenos sacadores e igual llegas más justito, no puedes quedártelas e igual tienes que ir de puños. En eso sí noto la diferencia.

 

En ataque, ¿prefiere la salida de balón en corto o le gusta jugar más en largo?
En ese aspecto me es indiferente, según lo que el entrenador me pida, hago lo que él me mande.

 

Teniendo a un central como Barcia por delante será más fácil para un portero salir en corto.
Sí, teniéndolo a él es mucho más fácil (ríe). Y si no se la das a Jairo, o a Barba...

 

Ríos siempre ve a Barcia de cerca. ¿Tiene nivel para más?
Sí, seguro que sí.

 

Hay quien dice que quizá puede ser blando defensivamente para llegar más arriba.
Yo no creo que sea blando. Sin ir más lejos, el que llega conmigo al rechace de Iker en el partido contra el Arteixo es Barcia. La gente puede decir que es más blando pero yo no lo veo así. Contra el Rápido de Bouzas, le ganó todas por arriba a Cellerino.

 

Es el portero menos goleado de la liga. ¿Le hace ilusión?
La verdad es que no lo sabía. Ni lo había mirado. Es algo importante porque cuantos menos goles encajes, mejor para el equipo.

 

¿Se considera importante en ese dato?
Es algo de todos. Los rivales nos generan muy pocas ocasiones y cuando lo hacen, el que tiene que estar para pararlas es el portero. Para eso estamos.

 

Es llamativo que un filial sea el equipo menos goleado de la liga.
Simplemente trabajamos bien la fase defensiva durante la semana en función del equipo al que nos vamos a enfrentar y eso nos da un plus para que nos creen pocas ocasiones y nos hagan pocos goles.

 

Restan cinco jornadas. ¿Qué objetivos se marca de aquí al final de liga?
Nos tenemos que centrar en ganar al Choco. A partir de ahí pensar en el siguiente y que sea lo que tenga que ser.

 

Cada vez falta menos y el objetivo está cerca. Dentro de poco más de un mes podrían ser equipo de Segunda Federación.
Es inevitable que no se nos pase por la cabeza pero nos insisten mucho en que nos centremos en el partido a partido porque si pensamos en lo que puede pasar dentro de un mes quizá se nos puede olvidar el partido de esta semana. Cuando piensas en la fiesta se te van las ideas. Tenemos que centrarnos en ganar cada fin de semana y, si lo hacemos, dentro de un mes lo celebraremos.

 

 

“Mi padre me dice que tenga los pies en el suelo”

Reconoce ser muy deportivista y también reconoce que su padre es la persona que le da los mejores consejos.

 

Es muy del Depor. ¿Está sufriendo esta temporada?
El Depor volverá, como esperamos los deportivistas. Volverá a ser grande.

 

Si se tiene que quedar con un ascenso, ¿el del Deportivo o el del Fabril?
Me quedo con los dos (ríe). Ahí no puedo elegir.

 

Ahora que tiene mucho peso en el Fabril, ¿se le pasa por la cabeza dar el salto al primer equipo?
Mi objetivo es mejorar cada día y con trabajo puede ser más factible. Es mi sueño desde pequeño y ojalá se pueda dar y estar allí algún.

 

¿Quién es su mejor consejero?
Mi padre.

 

¿Cuál ha sido el último consejo que le ha dado?
Que tenga siempre los pies en el suelo. Que no por estar jugando más ahora voy a ser mejor ni por jugar menos antes ser peor portero.

 

Los padres de los porteros suelen sufrir en la grada, pero a él se le ve, aparentemente, muy tranquilo.
Mi novia va siempre con mis padres a los partidos y cuando hice la segunda parada contra el Celta, mi padre la miró y le dijo: vaya fantasmada.

 

 

 

“Me gustaría ser tan bueno como Mackay pero, ¿quién no?”
 

Su padre quería que fuese delantero, pero Hugo se encaprichó con la portería.

 

¿En qué porteros se fija Hugo Ríos?
No veo nada de fútbol últimamente. Veo el Depor porque soy muy del Depor y me fijo en Mackay pero no veo a ningún otro portero.

 

¿Y cuando era pequeño?
Me fijaba en Casillas, como cualquier niño.

 

¿Cómo es su relación con Mackay?
A veces entreno con ellos, me parece un porterazo y, además, es muy cercano. Es más o menos de mi estatura, muy rápido. En algunos aspectos puedo parecerme a él.

 

¿Es un espejo para Ríos?
Me gustaría ser tan bueno como él (ríe) pero, ¿quién no?

 

En la decisión de ser portero, ¿fue importante la figura de su padre?
Fue importante en mi cabeza pero no porque él me lo dijese. De pequeñito empecé en el Órdenes, el equipo en el que jugaba mi padre en Tercera División y él quería que me pusieran de delantero. Yo hacía todo lo posible para no jugar de delantero. Me tiraba en el suelo porque quería ser portero. Quizá por querer parecerme a mi padre y a mi abuelo, que también fue portero en Tercera.

 

Su abuelo y su padre tuvieron como tope la Tercera División. ¿Los superará Hugo Ríos?
Ojalá sea así. Ellos se alegrarían.

 

Los jugadores de campo celebran los goles de muchas formas. ¿Cómo celebra las paradas?
Depende de la situación. A veces se me escapa alguna celebración, pero trato de evitarlo.

 

¿Tiene alguna grabada?
Una que saco al Rápido de Bouzas en la primera vuelta en un remate de cabeza.

 

Contra el Gran Peña en Abegondo le hizo dos tremendas a De la Iglesia.
La gente suele decir que le gustó más la segunda, pero yo me quedo con la primera porque me parece bastante más complicada.

 

¿Es un portero que echa broncas a los defensas cuando cometen errores?
Echo la bronca si es algo muy repetitivo. Si el rival repite la misma jugada varias veces, doy una indicación y, si seguimos cometiendo el mismo error, sí que me enfado.

 

Lo que sí hace Hugo Ríos es dar información a sus compañeros continuamente.
Es muy importante que un portero comunique porque lo está viendo todo desde atrás.

 

¿Le dice algún compañero que ‘apague la radio’?
Cuando éramos más pequeños, Jairo me lo decía mucho. Ahora somos más maduros.
 

 

Hugo Ríos: “Está siendo la mejor temporada de mi vida”

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