El Fabril consiguió su objetivo, al proclamarse campeón de su grupo y conseguir el ascenso a la Segunda Federación. Los hombres de Óscar Gilsanz se armaron de paciencia ante un voluntarioso Barco. Un equipo ya descendido, pero que salió muy motivado frente al líder. Por su parte, los coruñeses no quisieron depender de lo que sucediese en el duelo entre el Villalbés y el Arosa. Ganaron en Calabagueiros y se aseguraron el ascenso en una temporada de ensueño.
Líderes desde la séptima jornada de competición, los blanquiazules (ayer de blanco) han demostrado que son los mejores de este grupo gallego.
Comenzó el conjunto herculino con la mayor parte de la posesión ante un cuadro ourensano que esperaba atrás. Y, cuando conseguía el balón, poco le duraba debido a la presión del filial blanquiazul.
Sin embargo, con el paso de los minutos el Barco fue haciéndose con el control del partido. Así, en el minuto 15 un centro de Josu desde la banda izquierda del ataque valdeorrés fue rematado por Hualde, obligando a Hugo Ríos a mandar el balón a córner.
Solo tres minutos después, el Barco logró un gol, pero finalmente fue anulado.
El Fabril tenía que reaccionar y lo hizo, recuperando la iniciativa. En el minuto 24, un disparo de Nájera ponía en aprietos al portero rival, Álvaro Hormiga.
Seguían pasando los minutos, y en el 34 Jairo tuvo una clara oportunidad, pero su disparo cruzado se marchó cerca del palo derecho de la portería local.
No hubo grandes novedades de ahí al final del primer tiempo. El Barco siguió buscando el marco de Hugo Ríos, pero sin precisión en sus disparos, mientras que el Fabril se lo tomaba con calma, sabiendo que aún quedaban otros 45 minutos por delante.
Comenzó la segunda parte con un cambio poco habitual, el del portero, en el cuadro anfitrión. Álvaro Hormiga dejó su sitio bajo los tres palos a Pacho.
Y pronto tuvo que intervenir, en el minuto 50, cuando un centro de Iano lo atrapó sin problemas.
El Barco quería despedirse de sus aficionados y de la categoría dando una buena imagen, de ahí que intentó seguir plantando cara al líder.
Incluso retiró a tres jugadores de campo en el primer cuarto de hora de la segunda parte. Pero el Fabril seguía jugando con tranquilidad, sabiendo que el objetivo del ascenso estaba cada vez más cerca.
Los coruñeses intentaban crear peligro por las bandas. Iano ya se había prodigado por la banda en alguna ocasión. Pero el tanto que inauguró el marcador llegó por la derecha, en una acción que culminó Mella con un disparo desde cerca de la frontal del área que, después de rozar en un defensa, se colaba en la portería del Barco.
El conjunto local notó el golpe, pero no por ello insistió en su empeño de, por lo menos, conseguir el empate.
De todas formas, enfrente tenía a un rival que, no solo iba ganando, sino que tenía el partido bastante controlado. Todo era cuestión de que siguiesen pasando los minutos.
Fue ahí cuando sonaron con más fuerza los gritos de celebración de la hinchada blanquiazul desplazada hasta tierras de la comarca ourensana de Valdeorras. Y, con el pitido final, la alegría se desbordó también en el campo. El Fabril ya es equipo de la cuarta categoría nacional.