Mañana redonda para el Fabril, que aseguró su presencia en el playoff de ascenso a Primera RFEF al ganar a la Gimnástica de Torrelavega (3-0). Además, la derrota del Real Ávila en Pasarón ante el Pontevedra le permite escalar hasta la cuarta posición, por lo que se enfrentará a un tercero de otro grupo. Será, según anunció el club por megafonía nada más terminar el encuentro, con la ida en Riazor, y como posibles rivales aparecen Eibar B, Sant Andreu, UCAM Murcia y Talavera.

Manuel Pablo presentó dos novedades con respecto al once inicial de la goleada ante el Laredo. Guerrero dejó su sitio en banda a Kevin —Bil se mantuvo en punta— y Manu Ferreiro partió de inicio en detrimento de Luisao. Por parte visitante, el único cambio obligado de Uri por el sancionado Alberto Gómez. Quiso premiar Manu Calleja a los jugadores que venían de derrotar por 5-1 al Pontevedra.

No iba a regalar nada el conjunto cántabro pese a estar ya descendido y salió con fuerza, apretando arriba. Contabilizó una falta peligrosa y dos córners en los primeros cinco minutos. En uno de ellos remató Chus Ruiz en el área, pero se encontró con el cuerpo de un fabrilista.

Las dos primeras del Fabril llegaron poco después, con un lanzamiento de falta de Mane que repelió abajo el guardameta Iván Crespo y la posterior chilena de Bil, en la segunda jugada, que se perdió por la parte de arriba de la portería. Comenzó con ritmo el encuentro, pues a continuación descargó bien el propio atacante camerunés para Kevin, que desde banda derecha pasó para Alfaro. Este, con poco ángulo, remató fuera.

En los siguientes minutos se paró algo más el choque, pero el filial blanquiazul iba a encontrar el 1-0 igualmente. Recibió Kevin en banda derecha y, tras fajarse con Rasines, encontró vía libre para adentrarse en el área y sacar un pase atrás al que no llegaron ni Bil ni Mane por poco. Despejó como pudo la zaga visitante y el balón fue a parar a Manu Ferreiro, que cerca del punto de penalti sacó un disparo con el exterior de su bota derecha ante el que no pudo hacer nada Iván Crespo.

De ahí al descanso fue un monólogo fabrilista. Justo cuando se sobrepasaba la media hora tardó Marotías en dar el pase al hueco a Bil, pero ante el corte del defensa apareció Kevin para meter el pie, llevarse el balón y definir con un tiro cruzado ante el que el portero hizo la estatua, pero fue salvado por el palo.

Habría tiempo también para un córner en el que tanto Kevin como Alfaro se quedaron a centímetros de marcar, y para una rápida salida a la contra que derivaría en una triple ocasión. En la propia acción Iván Crespo mandó a saque de esquina el disparo de Bil y, en la estrategia, Mardones encontró el palo en su disparo mordido y de nuevo Bil probó con un tiro que se marchó fuera por poco.

Tocó sufrir un poco

La segunda mitad arrancó con la Gimnástica recordando a los minutos iniciales del partido, presionando arriba, pero sin encontrar situaciones claras de remate. Por su parte, el Fabril amenazó con una salida a la contra donde habría que haber valorado si Iván Crespo detuvo con la mano fuera del área el disparo de Kevin, pero todo estaba invalidado por fuera de juego.

A partir de ahí lo pasó mal el Fabril durante más de 20 minutos. Quizá por exceso de confianza, quizá por la calidad que a veces muestra la Gimnástica. Los primeros avisos llegaron con un disparo alto de Chus Ruiz y con un centro peligroso de Rasines desde banda izquierda que no llegó a rematar nadie. Intentaba mover el banquillo Manuel Pablo, en busca de alguna reaccion con Carreira, Guerrero y Fabi, pero su equipo seguía mostrándose plano.

Había todavía mucha tela por cortar, ya que al ir ganando el Langreo dos goles mandaban al Fabril fuera del playoff —y uno al quinto puesto— y la Gimnástica volvió a llamar a las puertas del empate con una jugada embarullada en la que nadie logró rematar. También, con un tiro de Saúl desde el pico izquierdo del área.

Pero la más clara, sin duda, llegó en el minuto 75, cuando un córner se envenenó tras tocar en Damián Canedo y terminó con el balón en el palo. En el rechace, Chus disparó alto con todo a favor.

Ahí terminaron las dudas del Fabril, al que le sentó bien la última ventana de cambios, en la que entraron Garrido y Darío Germil, a la postre goleadores. Se estiró un poco el equipo, llegando al área de la mano de Fabi y del propio delantero santiagués, lo que sirvió como aviso de lo que estaba por venir.

Y es que en el minuto 85 se pudo afirmar definitivamente que el Fabril era de playoff. Fabi retó a Chus Ruiz, envió un balón al área y ahí cortó Garrido, que se adentró en el área y orientó el balón a donde no podía llegar el portero. Ya en el descuento, Darío Germil coronó la fiesta con un gol de penalti.