El Victoria está de celebración. Después de un agónico tramo final de temporada en el que encadenó final tras final, el equipo coruñés certificó su permanencia una temporada más en Preferente al vencer por la mínima en su visita al Martínez Otero, feudo de un Foz que también albergaba alguna opción de salvación que finalmente no pudo alcanzar.

Guillermo Pigueiras, entrenador del Victoria, presentó un 1-5-4-1 con el centro del campo en rombo para tratar de contrarrestar las virtudes del Foz en un terreno de juego de reducidas dimensiones. Plaza y Mandayo actuaron como carrileros escoltados por tres centrales (Seo, Pipo y Adri). Por delante, Andrés jugó como pivote, Javi Sande y Sergito fueron los vértices del rombo y Martín ejerció de mediapunta para enlazar con Dieguito, único hombre en punta.

El Victoria saltó al terreno de juego con personalidad y se hizo con el control del partido a pesar de la presión generada por un público entregado apoyando al Foz. Los jugadores blanquinegros fueron a por el triunfo y consiguieron adelantar a su equipo antes de que se cumpliese la primera media hora de juego en una acción a balón parado. El lanzamiento de Sergito al primer palo provocó que el balón se quedase muerto y ahí apareció Plaza para erigirse en el héroe del partido rematando a la red.

Mejoría local

Después del estallido de alegría de los integrantes del conjunto coruñés, llegó el arreón del Foz en los últimos minutos de la primera mitad. El cuadro lucense encadenó varios córners y saques de banda que metieron el miedo en el cuerpo de las ‘cebras’ pero el marcador no se movió.

Tras el paso por vestuarios, el Victoria sabía el resultado del Laracha y que necesitaba ganar sí o sí para salvarse. Los visitantes volvieron a demostrar su madurez y rondaron el segundo en varios acercamientos pero el panorama cambió a partir del minuto 60.

El Foz comenzó a jugar con dos puntas y a crear peligro con fútbol directo. El portero visitante Jano, que regresó al once tras una lesión en la muñeca, fue clave para mantener la ventaja ante ese tipo de situaciones y dio alas a un Victoria que pudo sentenciar el partido a la contra.

En primer lugar, Mandayo probó suerte desde fuera del área y se encontró con una parada del meta Rubén. Y más tarde, Raña pudo marcar y el rechace de Rubén lo cazó Andrés pero un defensa sacó el balón bajo palos.

Sin marcar el 0-2, al Victoria no le quedaba otra que sufrir en los minutos finales y así fue. El Foz jugó los minutos finales con tres delanteros y buscó el empate mediante balones colgados al área que el club coruñés despejó como pudo. Tras el pitido final llegó la celebración. El Victoria sigue siendo de Preferente.