E sta semana la selección española conseguía el pase a la fase final de la Copa del Mundo de Qatar 2022. No parece una idea muy feliz organizar un evento de estas dimensiones en el país árabe. Primero porque debido al calor extremo, obliga a adelantar las fechas de celebración a diciembre, rompiendo por la mitad el resto el calendario de competiciones nacional e internacionales de clubes, y, en segundo lugar -y de carácter político- porque en el país organizador no se respetan derechos humanos. De nuevo la FIFA vuelve a señalar el mal camino e ignora los más elementales valores humanos y deportivos que deberían presidir la competición.
Pero es importante destacar que la selección española se ha clasificado, no sin suspense, para el Mundial. Quizás muchos piensen que gracias a la calidad de futbol español se da por supuesto meterse en la fase final ya que desde la Copa del Mundo de Argentina 78 la selección no ha faltado a ninguna cita mundialista (¡y van doce!). Sin embargo, esto no fue siempre así. Es en la fase previa del Mundial argentino cuando España acude a Belgrado para jugársela a cara o cruz contra la entonces potente Yugoslavia. En un partido épico, con botellazo en la cabeza a Juanito incluido, cuando el delantero Rubén Cano remató en semifallo un centro para poner el cero a uno que daba el pasaporte para Argentina. La selección rompía con una sequía de dos citas (México 70 y Alemania 74) y disputaba la fase final. A partir de ahí hemos deambulado por todas las fases finales con poco éxito hasta el histórico triunfo en Sudáfrica. Como siempre ocurre, otra vez más el combinado español promete grandes gestas. Con Luis Enrique en el banquillo se ha llegado a una semifinal de la Eurocopa y a la final de ese invento llamado UEFA Nations League. Al actual seleccionador se le reprochan -no sin razón- su escasa empatía y cierta cerrazón en sus convocatorias, pero es difícil no reconocerle su acierto a la hora de reclutar jugadores inexpertos que han dado un gran rendimiento con la Roja.
Por último, y otro orden de cosas, al Dépor le han dado los tres puntos en su no partido contra el Extremadura, debido a la huelga de jugadores que han querido manifestar de este modo que llevan seis meses sin cobrar su sueldo. La Federación lo despacha con el reglamentario 3 a 0 y la amenaza latente de eliminar al equipo extremeño de la competición si vuelve a dar la espantada. Si eso sucediera habrá que ver cómo se resuelven los puntos sumados por los equipos que se enfrentaron al conjunto de Manu Mosquera. La opción más justa sería retirar los puntos a todos los equipos que se enfrentaron a ellos, pero sabiendo como actúa la RFEF, todo puede pasar…..
@pgarcia_ramos
