La SD Logroñés es uno de los dos clubes que sucedieron al mítico y extinto CD Logroñés en 2009. El otro es la UD Logroñés. Ninguno de los dos es heredero legítimo de aquel histórico equipo que llegó a disputar nueve temporadas en Primera División entre 1987 y 1997. Y tampoco ninguno ha vuelto a revivir los éxitos de una entidad por la que pasaron jugadores como Nacho Martín, el extécnico blanquiazul Miguel Ángel Lotina, Julen Lopetegui —quien defendió los colores del conjunto rojiblanco antes de fichar por el Barcelona—, el delantero austríaco Anton Polster o el artillero ruso Oleg Salenko, quien compartió el trofeo de máximo goleador del Mundial de USA 94 con el búlgaro Hristo Stoichkov con seis dianas.
La UD es un poco el hermano rico. Cuenta con mayor presupuesto, la pasada temporada jugó en Segunda División por primera vez en su corta vida —pero no logró mantenerse en la categoría de plata— y también posee mayor respaldo de la afición riojana que la SD, el hermano pobre.
Sin ir más lejos. En los partidos que la UD ha jugado esta temporada en Las Gaunas, ha registrado una media de 4.500 espectadores, mientras que en los encuentros de la SD, la entrada se ha movido entre los 500 y los 1.000.
Un icono en Las Gaunas
Agustín Abadía (conocido como ‘Tato’ Abadía, a pesar de que a él no le gusta el apodo) es quizá el futbolista más carismático del CD Logroñés. El oscense se convirtió en un símbolo de la era dorada del fútbol riojano. Defendió la camiseta rojiblanca en 179 ocasiones en Primera División y 51 en Segunda. Además, llegó a disputar quince encuentros con el Atlético de Madrid y también jugó tres temporadas en el Compostela (una en Segunda y dos en la máxima categoría).
El mediocampista fue uno de los jugadores más queridos por la afición riojana y, tras colgar las botas, llevó a la SD Logroñés a Segunda B por primera vez en su historia.
Abadía se convirtió en entrenador de la SD a finales de enero de 2011 y logró clasificar al equipo rojiblanco para el playoff de ascenso a la categoría de bronce, pero el equipo de Logroño cayó en la final con la Segoviana.
El ‘Tato’ continuó en el banquillo a la temporada siguiente y, ahora sí, los rojiblancos no fallaron. La SD alcanzó la promoción de ascenso de nuevo y el 27 de mayo de 2012 lograba su sueño de dar el salto a la Segunda B tras derrotar al Peña Sport de Tafalla. Apenas habían transcurrido tres años desde la creación del club.
Agustín Abadía dirigió a los riojanos en sus dos primeras campañas en el tercer escalón nacional. En la 2012-13, los rojiblancos finalizaron décimos del Grupo II, pero al curso siguiente regresaron a Tercera al acabar antepenúltimos del Grupo I.
Los rojiblancos compitieron en la cuarta categoría nacional durante las seis próximas temporadas hasta que el curso 2019-20, que se detuvo antes de tiempo por la pandemia del Covid-19, devolvió a los riojanos a la Segunda B.
El entrenador de este segundo ascenso fue Albert Aguilà, quien también jugó en Primera División con el CDL en la temporada 1990-91 y llegó a defender los colores del Real Madrid en dos ocasiones en la máxima categoría.
Éxito sin premio
El equipo riojano completó una buena primera fase durante la liga 2020-21, finalizando en el tercer puesto del Grupo 2-B. Dicha circunstancia aseguró la presencia de los rojiblancos en la Primera RFEF, pero no sirvió a Aguilà para mantenerse en el banquillo de la SD Logroñés.
El club argumentaba su decisión de no renovar al técnico catalán por su intención de profesionalizar la dirección deportiva y el rechazo de Aguilà a la oferta económica que le había presentado la entidad.
Raúl Llona es el entrenador del conjunto riojano en su aventura en la Primera RFEF. De momento, los rojiblancos suman dos triunfos, dos empates y una derrota en las cinco primeras jornadas del campeonato liguero.
