El aperitivo, la clausura del campus que lleva su nombre desde hace 18 años, ya ha emocionado a Mauro Silva. Y eso que falta el plato principal, su regreso a Riazor, previsto para el sábado. El exjugador del Deportivo ha vuelto a pisar la ciudad en la que residió entre 1992 y 2005 y que siente como si hubiera nacido en ella. Nada más aterrizar en Alvedro, el delegado del Depor, Barros Botana, le ayudó con un trámite y le acompañó al INEF de Bastiagueiro, donde, amablemente, atendió a niños, padres y periodistas. Un recibimiento que le puso la gallina en piel, como diría su primer entrenador en el Deportivo, Arsenio Iglesias.
"Estoy muy contento, feliz, emocionado. Honestamente no esperaba tanta gente, una expectación así, con tantos padres y niños. Siempre que vengo a A Coruña pasa algo especial, tenemos una relación que trasciende la parte humana, de cariño. Es difícil de explicar, pero estoy muy agradecido a todos los que han venido. Me siento muy querido siempre que vuelvo", reconoció el excentrocampista del Deportivo.
El deportivismo no se ha olvidado del `6'. "Es difícil de explicar tanto cariño. Yo de mi parte hice todo lo que pude, lo di todo, pero que te lo reconozcan de forma tan intensa me emociona mucho. Es una gran alegría estar aquí. Siempre digo que no merezco tanto. Es una relación muy intensa con la ciudad y el equipo. Siento una alegría enorme y por poder volver a Riazor por primera vez desde 2005. Estoy muy feliz", insistió.
Honestamente no esperaba una expectación así en mi regreso
En la vida hay momentos buenos y otros no tanto; hay que estar preparado
Sobre su regreso al verde en el que tantos éxitos cosechó con la zamarra blanquiazul, dijo que es "difícil" prever qué sentirá. "La relación con el público y la ciudad, que me trata con mucho cariño, es muy intensa. No acostumbro a llorar, pero hay momentos que uno se emociona mucho. Intentaré aguantar firme, pero volver a ver a esa afición delante de la que he jugado tanto, con conquistas tan importantes... Tenía algo especial la ciudad y la relación con el equipo. No ha sido casualidad ganar los títulos que ganamos. Logramos victorias casi inexplicables, remontadas como las del PSG, el Milán... Y una parte importante de eso es el público", comentó.
Mauro explicó que volver a Riazor supone "alegría" y recuerdos imborrables. "La cantidad de recuerdos que hemos vivido en este estadio, de todo lo que hemos conquistado, momentos como el de hoy (por ayer), con los niños... emocionan mucho. Sé que el fútbol tira mucho, aquí (en el INEF) no hay partidos ahora, pero viendo los niños y los padres... me emociona casi como un título. La carrera dura unos años, pero esto, esto es difícil de explicar", opinó.
"El Deportivo es mi equipo, mi casa", añadió Mauro. "Estuve aquí 13 años de los 20 de mi carrera. Me siento un coruñés más. No vengo todo lo que me gustaría por el trabajo, pero creo que cada vez que vengo vale la pena por todo el tiempo que estuve lejos. Me siento tan a gusto y tan querido...", valoró.
Al Deportivo le sigue la pista desde la distancia. Está al día. "Desde hace años estamos en una situación que no es tan agradable, tan cómoda (como la que vivió él). Disfrutamos durante muchos años, pero así es la vida, hay momentos buenos y otros que no son tan buenos. Hay que estar preparados para todos. Lo más importante es la lucha, el sacrificio y la entrega. Eso no puede faltar", aconsejó.
Además, deseó que el Depor gane al Málaga y pueda afrontar sin agobios la recta final de la temporada, que afronta con seis puntos de renta (y el golaveraje) sobre las posiciones que llevan a Segunda, categoría que él no pisó como blanquiazul. "Estábamos tranquilos pero las derrotas ante Celta y Valencia nos dejan en una situación no tan cómoda. Espero ganar al Málaga y marchar tranquilo a Brasil". Palabra de Don Mauro Silva.