Roberto Piñeiro González (12 de diciembre de 1985, Santiago de Compostela) colgó las botas el pasado julio en un partido de pretemporada entre el Bergantiños y el Deportivo en As Eiroas. Fue una despedida soñada para el ya exfutbolista, que ahora se dedica única y exclusivamente a su vida laboral como vendedor para una empresa de productos químicos y celulosa. Mediapunta talentoso, explosivo y especialista a balón parado, el domingo volverá a Carballo para ver el partido entre Bergan, el equipo que más le marcó en su carrera, y el Compostela, el de su ciudad y que le vio crecer como futbolista. En los dos portó el brazalete de capitán.

¿Echas de menos del fútbol?
Lo único que no he echado de menos es la pretemporada. De lo demás, todo. Ahora que empieza el mal tiempo, extraño la rutina del día a día con los compañeros y, sobre todo, la adrenalina de los domingos antes de los partidos.

¿Por qué colgaste las botas?
Han sido muchos años haciendo lo mismo y quería terminar mi carrera de una forma digna. La edad te va limitando para estar en ciertos proyectos donde la exigencia es máxima, como el del Bergantiños. Con las lesiones que tuve el año pasado y después de jugar el ansiado ‘playoff’, con el trabajo bien hecho, era el momento de dejarlo.

¿Mantienes el contacto?
Sigo en contacto con Luis Cendán (director deportivo) y con mis compañeros y amigos. Siempre que puedo les hago una visita y el domingo estaré seguro en el campo. Es uno de los partidos que más me gustaría jugar en toda la temporada.

Jugar el ‘playoff’ fue la culminación de un sueño y el premio al trabajo

¿Animarás al Bergantiños o al Compostela?
El Bergantiños es el equipo más especial de toda mi carrera. Pasé buenos momentos en el Compostela y en otros equipos (jugó en el Negreira, el Bertamiráns o el Villalonga, entre otros), pero los cinco años en el Bergan fueron muy importantes en mi vida.

¿Cómo recuerdas tu etapa en Carballo?
Viví una etapa muy intensa. Empezamos con un proyecto muy humilde en Preferente, pero con la idea que se está viendo ahora. Primero, de asentar el club en Tercera División, y luego de intentar acabar lo más arriba posible y jugar un ‘playoff’ de ascenso.

¿Qué supuso para ti y para el club jugar la fase de ascenso a Segunda División B?
Jugar ese ‘playoff’ fue la culminación del proyecto y de un sueño. Fuimos quemando etapas y aprobando con buena nota. Fue un premio al trabajo bien hecho por parte del club, tanto la directiva, como el cuerpo técnico y los diferentes jugadores que fueron pasando por el equipo.

Y el equipo cayó eliminado sin perder ninguno de los dos partidos contra el Badajoz.
Sí, empatamos en casa (2-2) y en Badajoz tuvimos ocasiones, pero nos faltó la puntería y hasta fallamos un penalti y el empate nos dejó fuera. Tener muchas posibilidades de pasar ante todo un Badajoz, un equipo con una trayectoria en Segunda B, fue un premio para todos nosotros.

¿Es el Bergan uno de los favoritos para volver a jugar la fase de ascenso?
Le veo muchísimas opciones de acabar campeón. Aunque se ha acabado mi carrera el proyecto sigue donde queríamos, como uno de los equipos importantes de Tercera.

¿Qué dirías que necesita para ascender?
Lo primero es el trabajo diario. En el momento que piensas que tienes todo hecho pueden llegar las equivocaciones. Y me consta que mis excompañeros y amigos, el míster y su cuerpo técnico se esfuerzan cada día para conseguir el objetivo. Hace falta también esa pizca de suerte, con las lesiones y las sanciones y que los resultados acompañen en los momentos decisivos de la temporada.

¿Cuál es el secreto de este Bergantiños?
La base del Bergantiños es el grupo, la unión, sin egoísmos en el vestuario y solidaridad en el trabajo. Y, además, mucho talento en los jugadores de mediocampo para delante, que tienen capacidad para el último pase y gol. Aportan muchas variantes en ataque.

¿Qué opinión te merece el proyecto del Compostela?
El caso del Compos es un poco atípico. Ha pasado ya varias veces que llega a Segunda B, pero no se estabiliza en la categoría y baja uno o dos años después del ascenso. Como club y como ciudad debería estar en Segunda B, pero hay que ganárselo en el campo. Ahora tiene un grupo de jugadores bastante jóvenes, una idea clara de juego, porque así se la marca su entrenador, y creo que tiene equipo para jugar el ‘playoff’. Ojalá asciendan Bergantiños y Compostela.

La base del Bergan es la unión del grupo, sin egoísmos en el vestuario

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por el Compos?
Estuve en dos etapas, fueron unos ocho o nueve años. La primera, de formación, desde pequeño, y la segunda en la que viví dos ascensos, a Tercera y a Segunda B, aunque el segundo no lo disfruté en el campo porque estuve tres meses lesionado.

¿Qué tipo de partido esperas el domingo en As Eiroas?
Va a ser un partido igualado entre dos equipos que aspiran a todo y saldrán a ganar. El Compos tiene que adaptarse al campo de As Eiroas, que no es lo mismo que San Lázaro, y el Bergan saldrá con la misma intensidad de siempre. .

¿Te ves entrenando?
Ahora mismo no me lo planteo, este año quiero descansar y relajarme un poco. Ya entrené hace unos años en juveniles cuando tuve una lesión de larga duración.