El Bergan se despertó del sueño. Tras una meritoria clasificación para la fase de ascenso, el conjunto que dirige Miguel Figueira cayó eliminado a las primeras de cambio. Pero cayó con la cabeza alta. Solo la diferencia de goles le apartó de la próxima ronda.
Con el 2-2 de la ida, el Bergan estaba obligado a ganar o a sumar un empate de muchos goles en Badajoz. El equipo local no arriesgó, tal y como hizo en As Eiroas, y jugó con su ventaja. Dispuso de buenas llegadas al contragolpe, pero la mejor ocasión fue para los de Carballo con un penalti en el tramo final. Rodri fue el encargado de lanzarlo y Nico acertó sus intenciones. Un mazazo.
Héroe local, el portero fue expulsado con dos amarillas, la segunda por perder tiempo. Los visitantes lo intentaron todo en un partido que se fue hasta el minuto 96, pero el gol nunca llegó. Fue un cruel y triste final para el Bergantiños, que no empaña su gran temporada.