La motociclista catalana Laia Sanz, siete veces ganadora del Rally Dakar en categoría femenina, ha afirmado que la próxima edición de la carrera "será mucho más auténtica y completa" al incorporarse Perú al recorrido, ya que en los últimos años los pilotos han "echado de menos la arena".
Un día después del anuncio de la vuelta de Perú al Rally Dakar 2018, edición que celebrará los 40 años de la competición más dura del motor, Sanz ha asegurado que los dos años que corrieron en Perú los disfrutó mucho, "porque hay muchas dunas".
"Los últimos años hemos echado de menos la arena. El próximo Dakar será más auténtico y completo, también porque al estar Marc Coma en la organización se hará mucha más navegación", ha señalado Sanz en un debate sobre logística y deporte organizado por la Fundación ICIL (Instituto Catalán de Logística).
Sanz destacó que su objetivo en su décima participación en la prueba será "llegar más adelante y no" perderse "tanto", y confesó que le encantaría correr el Dakar en África.
"Me haría ilusión correr un Dakar africano. África es aventura. Cuando de pequeña soñaba en correr un Dakar pensaba en ver al final el Lago Rosa", afirmó.
Sanz reconoció que el continente africano, donde se disputaba originariamente el rally, no tendría "las comodidades que hay en algunas partes de América Latina, con ciudades grandes cerca", aunque destacó la facilidad que suponía antes comenzar la carrera en Europa al tener un mes más para preparar los vehículos: "Ahora nos tenemos que anticipar mucho más".
Con siete ediciones del Dakar completadas, Sanz reivindicó que "el Dakar no son 15 días, sino todo un año", dadas las dificultades logísticas que implica trasladar los vehículos y el equipo a América Latina, y que, cuando se llega allí, casi se ha hecho gran parte del trabajo, "y lo que toca es disfrutar".
La trece veces campeona del mundo de trial y siete veces de enduro se ha referido el mundo del motor como un "ámbito de hombres", y ha sido tajante al respecto.
"Parece que, al ser una mujer que va en moto, no pueda ser femenina, pero soy una persona normal que me gusta lo que hago. A menudo me veían como un bicho raro, pero por suerte cada vez menos", subrayó.
"Recuerdo que en mi primer Dakar me decían: 'qué mona, que viene aquí', pero cuando entré en el 'top-10' ya no se lo tomaron tan bien", recordó Sanz. "Con los buenos resultados te haces respetar, pero no es nada fácil", concluyó.