El potencial atlético gallego sigue creciendo temporada tras temporada. Y ello a pesar de las carencias en instalaciones, poco adecuadas en una región castigada en exceso por las condiciones climatológicas, donde la lluvia y el frio hacen que el entrenar en la mayor parte del año sea una auténtico calvario.
La selección gallega absoluta fue fiel reflejo de los avances del atletismo gallego. En Ciudad Real, durante la disputa del campeonato de España de federaciones, Galicia ocupó la segunda plaza en mujeres y la sexta en hombres, siendo quinta en la clasificación conjunta. Acabó a muy pocos puntos del podio a pesar de ausencias notables como Jean Marie Okutu, Adrian Ben, Miguel González y Lidia Parada.
Una vez cerrado el ránking nacional absoluto, los atletas gallegos copan un buen número de primeros puestos, con las barbanzanas Ana Peleteiro y Lidia Parada liderando la pruebas de triple salto y lanzamiento de jabalina respectivamente. La de Ribeira vuelve a ser la gran Ana Peleteiro que todos esperábamos. Después de unos años convulsos, con cambios de residencia y entrenadores, que la llevaron a Madrid y Lisboa, se asentó en Guadalajara y de la mano del legendario Iván Pedroso volvió a recuperar la alegría y las ganas de entrenar. Su registro de 14,23 metros significa su mejor marca personal, que la llevó por primera vez a un campeonato del mundo absoluto, y además a conseguir plaza de finalista.
Por su parte, Lidia Parada sigue destacando y sus mejores prestaciones aún están por llegar dado el potencial que atesora. De la mano del técnico Lardo Moure, la de A Pobra llevó esta temporada el dardo hasta los 57,97 metros. Una marca que no le llegó para ser de la partida en Londres, pero sigue sumando títulos nacionales e internacionalidades. El futuro de la jabalina femenina en España pasa por ella.
En el segundo peldaño del ránking se encuentra la monfortina Saleta Fernández. Su 1,83 metros en salto de altura es su mejor marca personal. La lucense vive y entrena junto a la campeona olímpica, Ruth Beitia, a las órdenes de Moncho Torralbo en Santander. Consiguió este año la medalla de plata en el nacional absoluto en Barcelona.
La mugardesa Belén Toimil explotó esta temporada. Entrena en León junto a Carlos Burón. Batió varias veces el récord gallego absoluto en peso dejándolo en 17,28 metros, una marca de valor internacional, que le valió para ir por primera vez al campeonato del mundo de Londres. En un año, su progresión fue espectacular, superando en casi un metro su mejor marca.
VALOR SEGURO
La canguesa Solange Pereira es una garantía de éxito. También debutó en un campeonato del mundo, consiguió el título de campeona de España con total solvencia y su marca de 4:06.39 en el 1.500 le sitúan en el segundo lugar del ranking nacional, puesto que también ocupa el cubano-español Fran Casañas, con un mejor registro en lanzamiento de disco de 60,31 metros.
Un peldaño por debajo se sitúa uno de los más grandes saltadores españoles de todos los tiempos, Jean Marie Okutu. Si bien este año no pudo pasar de la barrera de los ocho metros en longitud, su marca de 7,92 metros lo sitúa tercero en el ránking nacional.
Pero la nómina de atletas que están en las posiciones de privilegio no se queda ahí. En la quinta posición del ránking nacional absoluto nos encontramos con otro de los grandes saltadores gallegos, el ourensano afincado en Pontevedra José Alfonso Palomanes, que en la prueba de triple salto se fue hasta los 16, 10 metros. Fue el mismo puesto que el del cuarteto de la selección gallega del relevo 4x100 con claro color coruñés, formado por Javier García, Darío Costas, Sergio Rodríguez y Mauro Triana, que en Ciudad Real pulverizó el récord autonómico absoluto con 40.94.
La ferrolana Claudia Rojo marcó un gran registro en los 400 metros vallas (59.94), mientras que el jabalinista Borja Barbeito, que entrena en la escuela de lanzadores de A Coruña se sitúa sexto con su lanzamiento de 68.66, al igual que la valdeorresa Leticia Gil, que batió el record gallego absoluto en longitud (6,20).
En la séptima posición encontramos al jabalinista Manuel Uriz (69,50) y a Carlos Revuelta, que lanzó el martillo hasta los 52.66 metros.