El golfista estadounidense, Tiger Woods, ha desmentido tras su detención mientras conducía, que tomara alcohol y que todo se debía a una "inesperada reacción" tras mezclar medicamentos que le habían prescrito.
Woods fue detenido alrededor de las 3 de la madrugada cerca de su casa en Florida y puesto en libertad horas después. "Entiendo la severidad de lo que he hecho y asumo toda la responsabilidad de mis actos", dijo el golfista en un comunicado, aclarando que no había bebido.
"Quiero que la gente sepa que no había alcohol de por medio. Lo que pasó fue una inesperada reacción a medicamentos prescritos. No me di cuenta de que la mezcla de medicamentos me había afectado tan fuertemente", explicó.
Además, el 'Tigre' quiso "pedir perdón con el corazón a familiares, amigos y aficionados". "Yo también espero más de mí mismo. Haré todo lo que está en mi mano para asegurarme de que no vuelve a ocurrir. He cooperado completamente con las autoridades y me gustaría dar las gracias personalmente al Departamento de Policía de Jupiter y a la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach por su profesionalidad", agradeció.
Woods, que está de baja tras su cuarta operación de espalda en abril, dijo la semana pasada que se sentía mejor y que no tenía planes de retirarse del golf competitivo.
No es la primera vez que el golfista es noticia por algo extradeportivo. Su vida privada se conoció ya en el 2009 por sus relaciones fuera del matrimonio.