Curioso que cuando Tito Díaz ofrece una larga e intensa entrevista en nuestra edición de este lunes, el Club Basquet Coruña decide suspender una rueda de prensa conjunta con el ya exentrenador prevista y anunciada desde el pasado jueves.

Se habla mucho, por lo que escucho y me cuentan, que el técnico lucense hizo un buen papel al frente del equipo 'naranja'. No lo pongo en duda. La trayectoria está ahí a lo largo de las cuatro temporadas que ocupó el banquillo. Poco más que decir. Siempre me hablaron maravillas de él, buen tipo y muy comprometido con su trabajo. Ahora bien, tampoco es necesario hacer de una tragedia que el club haya decidido dar un golpe de timón, agradecerle los servicios prestados y enseñarle la puerta de salida. Los clubes, mejor dicho, los directivos del deporte en general son así. Algunos se vienen arriba enseguida y toman decisiones que luego, como siempre, el tiempo dirá si son acertadas o no.

Que se despida a un técnico está a la orden del día, pero disfrazar los motivos no es saludable para una entidad deportiva

Pero hablamos del Club Basquet Coruña, que nos ha venido ilusionando en los últimos tiempos y hoy es una realidad tangible. Claro que sus directivos no son los recordados Julio Flores o Carlos Lamora, impulsores del proyecto. Seguro que ellos harían las cosas con más tacto, más aplomo y tomando el toro por los cuernos. Hombres de palabra, llamaban las cosas por su nombre y sin tonterías, ni aires de grandeza.

Que despidan a Tito no me da pena, ninguna. Él como profesional sabe que está expuesto a esas cosas, es lo desagradable de su trabajo. Lo que hay que lamentar es que no se expliquen las razones al aficionado, sin tapujos. ¿Especulamos? ¿Acaso el técnico se creyó capitán general y quería más competencias de las que le corresponde?, ¿caía mal a algún directivo concreto?, ¿por qué se suspendió la rueda de prensa conjunta? Lo curioso es que el presidente del club se prestó este lunes a hablar en alguna radio, eso sí, para no decir nada. Para dejar más dudas en el aire. Hay que ser coherentes, que eso también hace grande a un club. ¡País!