Luis Suárez Miramontes, el único Balón de Oro del fútbol español, lleva muchos años viviendo lejos de su barrio de Monte Alto. Sin embargo, aquí en A Coruña, todavía le queda una legión de amigos y todos coinciden en señalarle como un “auténtico maestro” por sus conocimientos y lecciones de vida. Hoy reproducimos una entrevista suya en estas mismas páginas y con su habitual retranca analiza lo que viene a ser la ‘nueva normalidad’ del fútbol español.
Desde Milán, Suárez Miramontes sigue atento a todo lo que ocurre en la Liga y, por supuesto también al Depor, y al ser preguntado por la trayectoria de los coruñeses considera que “le genera dudas”. Bueno, a él y al resto de los aficionados blanquiazules.
El empate de Oviedo hay que darlo por bueno por la infame primera parte del equipo de Fernando Vázquez, que parece que entrena una cosa y luego a la hora de los partidos sale todo al revés. Al menos, eso es lo que se saca de conclusión de sus palabras tras el duelo del Carlos Tartiere.
Sinceramente, a la vista de la situación, Vázquez parece que tiene que poner sobre la mesa una gestión de “guerra”. Está claro que a la vista de la situación, con partidos en tan corto espacio de tiempo, el Depor no puede pretender jugar al fútbol. Ya ni siquiera se pide eso, porque la calidad en esta plantilla está bajo mínimos a la vista de lo que llevamos de temporada y en este reinicio de competición tan atípico.
Al Depor solamente le cabe pelear mucho y dejarse el alma en el terreno de juego, cada partido es una auténtica final y hay mucho en juego, tanto como la propia supervivencia de la entidad.
Así que el aficionado ya ni exige fútbol (es consciente de que no lo hay) y pide lucha, entrega y tratar de cometer los menos errores posibles, ya que de lo contrario cada vez que salte al terreno de juego es echar una moneda al aire. El miércoles menos mal que el Oviedo es del mismo corte...