Las decisiones que han tomado los máximos dirigentes de los dos deportes más mediáticos de nuestro país sobre la continuidad del calendario, según mi humilde opinión, tienen dos vertientes de evaluación.
Por el lado futbolístico… el CDS, la Federación y la Liga Profesional, pactaron a principios de semana el retorno a los entrenamientos y posterior inicio de los campeonatos.
Un planteamiento de urgencia para intentar salvar uno de los últimos cartuchos que quedaban para reanudar las competiciones y en consecuencia mantener la estructura de su entorno.
Pero ese movimiento no solo queda ahí, los responsables reunidos se comprometieron a dedicar parte de los recursos generados por los derechos de TV., a rescatar el resto de deportes federados, olímpicos y paraolímpicos. Paralelamente la Liga y la Federación, con oferta a la AFE, crearán un fondo de 10 millones de euros de contingencia. Pero lo más llamativo, viendo lo que estaba sucediendo, anteriormente, con sus luchas internas, es la de crear “un dialogo honesto y sincero que facilite las buenas relaciones entre las distintas instituciones del fútbol. Así como coordinar actuaciones para elevar la reputación de la imagen como país deportivo seguro, colocando la candidatura del Mundial 2030 como referencia”.
En principio a alguno le pueda crecer la nariz, pero tras lo expuesto poco más se puede añadir. Las partes implicadas de acuerdo y el cauce abierto, para que todo discurra de la mejor forma. No sé si habrá alguna opinión contraria, pero a mí me gusta lo que leo, tiene sensatez.
Otra cosa es lo que sucede en el baloncesto, en la ACB. Tras su asamblea telemática, acordaron iniciar los pasos para la reanudación del campeonato. Aplican un modelo revolucionario que puede dar mucha controversia. Finalizan el torneo que se estaba disputando, sin descensos, a pesar de la gran cantidad de partidos pendientes de celebrar y paralelamente generan un simulacro de torneo en la búsqueda de los que deben actuar en el futuro en competiciones europeas. Que por otra parte, es donde está el dinero.
Los doce primeros equipos que actualmente marcaban la clasificación, en sede única (Gran Canaria) y por concentración decidirán los puestos en juego. Los demás a descansar y a cerrar contratos con sus jugadores.
Pienso que para saber si esta política es la adecuada, se debería haber tenido en cuenta a los equipos de la LEB Oro. Merecen ser escuchados y atendidos en forma. Basket Coruña, Breogán y Ourense se han quedado en la estacada con sus aspiraciones. No me gusta esta situación, siempre pagan los mismos paganos.
Es claro y obvio, que todo esto queda mediatizado si existen, en su momento, las condiciones sanitarias adecuadas para ofrecer todas las garantías. Un solo positivo, podría hacer explotar todas las perspectivas de reanudación, generando una incertidumbre muy difícil de cuantificar.
Finalizo destacando la vivencia del madrileño equipo del Estudiantes. Es curioso, que cada vez que peligra su plaza en la liga ACB surge algún a cuestión extradeportiva y logra permanecer gracias a los movimientos de despacho. Llamativo que en los últimos diez años se repita la acción tres veces. ¿Será cuestión divina?.
“Quédate en casa”. Como siempre un placer.