En los días previos a la rueda de prensa de Tino Fernández comentábamos en la redacción que no nos esperábamos demasiadas sorpresas. De hecho, en estas mismas páginas, el jueves, publicábamos que se trabajaba duro en el tema de la deuda pero nada había cerrado con el fisco y mucho menos con los bancos. No es tan sencillo. No nos equivocamos mucho. El presidente salió ante los medios porque una gran cantidad de compañeros le habían pedido sus valoraciones de fin de temporada y, para no hacer una especie de desfile periódico por periódico, radio por radio, tele por tele o digital por digital, solucionó de un plumazo el asunto con la comparecencia del viernes. Nada nuevo bajo el sol. No habrá demasiados cambios en cuanto al límite salarial, no está cerrado el tema económico, siguen Mel y Barral, habrá alguna modificación en la dirección deportiva y el futuro es complicado porque hay que seguir pagando deuda pero el consejo, ni tiene miedo, ni mucho menos se amilana.
La clave, un año más, estará en los aciertos de la dirección deportiva de la entidad
Para más adelante quedarán las ruedas de prensa que ilusionen al aficionado. La del viernes es un baño de realidad en toda regla. Es lo que hay y lo que va a haber en el futuro.
La clave, un año más, estará en los aciertos de la dirección deportiva. Es una enorme responsabilidad, pero una máxima del fútbol. Nunca tan pocos tuvieron tanta responsabilidad. Ojalá no fallen.