Otra vez un juzgado falla en contra de los intereses del Deportivo. Germán Rodríguez Conchado reclamaba 1,4 millones de euros por su trabajo durante el proceso concursal del club coruñés, pero la sentencia rebajó la cantidad exigida a 235.000 euros; un nuevo palo a la maltrecha economía de la entidad blanquiazul.
No puedo evitarlo, siento respeto por el que fuera exletrado del club coruñés y, aunque se digan muchas cosas sobre él, el deportivismo debería de tener en cuenta que buena parte del éxito de Lendoiro se lo debe a Conchado. Sin ir más lejos, fue uno de los responsables de que hubiera cambio de presidente y se abriera una nueva etapa.
Rodríguez Conchado tiene para escribir una historia y aunque se cuente que el Depor, con él perdía muchos casos, no es del todo cierto. El club siempre salía ganando a la hora de alcanzar acuerdos. Es como si ahora se dice que los nuevos letrados que representan a la entidad no ‘empatan’ ni un juicio de calado económico; de los dos que conocemos –Hacienda y Conchado– ambos se han perdido. Aunque de este último cabe recurso.
Rodríguez Conchado, pese a tener sus más y sus menos con el expresidente, era el único de sus próximos capaz de llamarle a las cosas por su nombre. Quizás, si Lendoiro hubiese seguido sus consejos, el que fuera líder del club tendría un final más dulce. Nunca llegará a pagarle la lealtad mostrada antes y después de su salida de la entidad.
