Se viven tiempos confusos. La sociedad diversifica sus ideales por distintos caminos y motivos.
Alternativas que no ven bien los cauces establecidos para solventar los litigios que se presentan. El cumplimiento de la Ley, sigue siendo la única respuesta posible para el buen funcionamiento de un país democrático. Sin ella entraríamos en la anarquía.
¿Y por qué les cuento yo todo esto? Pues por la situación del baloncesto en general y del español en particular.
Ya tenemos convocatoria de jugadores para integrar el equipo español que podría representar a nuestro país en el próximo campeonato del mundo. Un listado ficticio, ya que muchos de los que están no irán.
Ya deben estar informados del divorcio existente entre la FIBA y las ligas profesionales supervisadas por la Euroliga.
El máximo organismo baloncestístico, creó las “ventanas” de fechas para la celebración de los partidos clasificatorios. Esta decisión encontró la firme oposición de las competiciones profesionales. Por lo tanto, el seleccionador patrio Sergio Scariolo, no pudo llamar a la élite española. Debe afrontar esta primera singladura con una segunda o tercera oleada.
Hasta aquí, todo claro. Unos crean competiciones amparados en la Ley y otros pagan a jugadores y crean otras competiciones con ‘su’ ley.
Y pregunta un servidor: ¿Para qué están las leyes?
La Ley del Deporte 10/1990 del 15 de Octubre, aprobada por las Cortes Generales, dice: ‘Art. 47. Punto 1, … Es obligación de los deportistas federados asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales para la participación en competiciones internacionales o en la preparación de las mismas’.
Los jugadores a través de su sindicato (ABP), señalaron que la Euroliga no puede vetar la asistencia de un jugador a participar con su selección.
En definitiva, que estamos en un lio ‘morrocotudo’. ¿Cuál es la solución? Pues aplicar la Ley y se acaba el problema. Todo el mundo adecuaría su planteamiento en beneficio del colectivo. Pero el máximo responsable del deporte nacional, Jose Manuel Lete, nos traslada que no tiene sentido aplicarla y que no se hará… Viva pues… La República de la Euroliga!!!
Para finalizar dos apuntes a bote pronto sobre el Depor. El primero, mal empezamos si ya cuestionamos las preguntas que se hacen en rueda de prensa.
Dice Parralo que hay que dejar trabajar a los porteros. Ni que el periodista interrumpiera el trabajo de Abegondo. Señor mío…
El Depor no es el Fabril. La segunda, hablar de mejoría es defender mejor y no solo tirar una vez a puerta en todo el partido. Sigo esperando una aceptable continuidad, lo demás es auto engañarse.
Siguiendo el ideario personal que les traslado cada semana, no puedo entender el fichaje de Munúa por el Fabril. Pero quien manda, ordena.
Permítanme un último recuerdo para un amigo. Al mundo del baloncesto gallego se le fue un icono técnico, Alfonso Rivera. “The best”. Descanse en paz.
Como siempre un placer.