La victoria del Depor en Canarias fue recibida, tal y como se produjo, con gran satisfacción. Los tres puntos logrados significan una importante dosis de serenidad para poder afrontar el horizonte con signos de progreso.
Pero tras la ruptura de ese largo tiempo de agonía fuera del propio domicilio, sería bueno que los dirigentes, comenzando por el nuevo entrenador, analizasen friamente lo sucedido sobre el césped, no vaya a ser que pierdan la perspectiva.
Sigue habiendo errores de bulto, impropios de jugadores del nivel que se les supone. La defensa y la portería vuelven a ofrecer una imagen de poca seguridad, con otro equipo enfrente, las cosas hubieran pintado de otra forma.
Cristóbal Parralo, que vio todo muy negro en el minuto ocho de partido, fue capaz de insuflar bríos a su equipo para que recondujera la situación. Simplemente por ello, merece la confianza del que comienza un proyecto.
El próximo sábado, ante el At. de Madrid, espera una cita muy enrevesada, una buena imagen y un buen resultado, supondrían un gran avance en la reconstrucción del equipo.
Pregunta a mayores: ¿Por qué Lucas tiene que estar en todas partes?.
Punto seguido… Lo trasladé en su momento. La aparición de Francis en la titularidad de la primera plantilla, me pareció acelerada y fruto de una improvisación impropia de un Club con una estructura organizativa profesional.
Desde fuera, se ve la imagen de que el “chico” ha pagado el pato del iluminado capricho de su anterior entrenador. Pero para evitar esas cuestiones, en teoría, está el “jefe” técnico. Él debería haber analizado el proceso y lo único que hizo fue subirle la cláusula, ¿sería ese el fundamento de qué jugase dos partidos?...
Cambio de tercio y me adentro en la ironía. Días pasados, leía una carta abierta que enviaba un barcelonista-madrileño (miembro de la resistencia azulgrana en Madrid) a Pep Guardiola, en contra de su defensa de los “Jordis” y del referendo e independencia catalana.
En ella desglosaba un sinfín de análisis sobre el proceder del ex jugador español y ex entrenador del Barcelona. Vamos… Que lo ponía a caldo.
Tras la aparición en escena de su hermana como responsable de la embajada de Catalunya en tierras danesas, asumía que la principal causa de ese “forofismo”, venía motivado por la influencia familiar.
Pues no, mi opinión es que no es el caso. Mi idea es que lo que pretendía Guardiola, era llevar el caos a su antiguo Club y que este no pudiera hacerle frente a la nómina de su jugador estrella Messi.
Entonces, el Manchester City (su actual equipo) se lanzaría a por él. Este Guardiola no tiene un pelo de tonto. ¿O si?.
Como siempre un placer.